Luis Ventura se mantuvo fiel a su estilo y no dudó en expresar su profundo dolor frente a una pérdida que lo marcó. En el marco de un reportaje con Fisp TV, el integrante de América TV recordó a su padre y se mostró muy emocionado.
Para comenzar con la entrevista, Luis Ventura habló de su relación con el dinero y expresó: “Cuando tenés gente que depende de tu ingreso, mirás la guita desde otro lugar, siempre fui muy feliz con mi familia, con las parejas que me tocaron”.
“Más allá de que no todas terminaron de manera impecable, la vida muchas veces te lleva a algunos agrios, muchas veces te toca lengua a la vinagreta y tenés que comer. Tengo tres hijos, se están criando sanos, cada uno con su manera, su forma y sus edades”, afirmó el presentador de “Secretos verdaderos”.
Por otro lado, Luis Ventura quiso destacar el rol de las madres de sus hijos: “ Las madres los van educando como el padre también siente y piensa”. Tras relatar su presente, el conductor también recordó el pasado y se sinceró sobre la dramática partida de su padre: “Los últimos momentos fueron malos, agonizó mucho, no me gusta hablar de esto porque lloro”.
“No quería vivir más, decía ‘dejame ir, decía basta de drogarme’. Estando en terapia intensiva, cuando estaba desahuciado le dábamos los gustos, a escondidas, porque no podíamos”, sostuvo Luis Ventura y finalizó con el tema que lo conmovió hasta las lágrimas.
Luis Ventura recordó su mal momento de salud
«Lo mío fue muy duro porque me aislaron. Yo no podía ver a mis seres queridos porque me hacían estudios radioactivos, no podían entrar a la habitación. En determinado momento pensé que me iba a ir sin despedirme de nadie», comenzó relatando el conductor en América TV.
Por otro lado, Luis Ventura relató: «Yo hacía un ejercicio para tratar de recobrar la respiración, me ahogaba. Cerrar los ojos era morir, yo sentía que si me quedaba dormido no los iba a abrir nunca más. No poder ver a mis hijos, venían y se quedaban en la puerta. Iba al baño solo porque ni siquiera la enfermera me acompañaba. Un día me despiertan a las cinco de la mañana y en una ambulancia pensé que me estaba muriendo».