El diputado de Unión por la Patria y referente del sindicato SMATA, Mario ‘Paco’ Manrique, renunció hoy a su cargo como secretario gremial de la CGT, en medio de diferencias con el sector más blando o dialoguista de la central obrera que reactivó los contactos con el presidente, Javier Milei, para acordar la apertura de paritarias y evitar medidas de fuerza contra la gestión.
El dirigente kirchnerista y número dos del gremio de mecánicos que lidera Ricardo Pignanelli en la carta de renuncia que envió a la CGT evitó criticar a la central obrera y argumentó que el motivo de su salida del gremio es por «falta de tiempo» por acumulación de responsabilidades, entre su rol como diputado y, además, su cargo en SMATA.
«Esta decisión se debe al cúmulo de tareas y responsabilidades que actualmente tengo como diputado nacional y como secretario general adjunto del SMATA, lo cual hace imposible que continúe en el cargo con la responsabilidad y dedicación que este merece», sostuvo Manrique en el texto difundido durante la tarde del lunes sobre su salida.
Sin embargo, los antecedes de Manrique muestran una realidad totalmente opuesta porque en una reciente entrevista radial reconoció estar alejado del sector dialoguista de la CGT y anticipó su renuncia. «Voy a renunciar a la CGT, esta CGT a mí no me representa. Se vació de contenido, no tiene claro hacia dónde va», había mencionado el sindicalista.
En esa entrevista, agregó: «No sé cuáles son los objetivos de la CGT y soy el secretario gremial. No hay diálogo, se cortó la mesa chica, me entero más lo que pasa con la CGT por ustedes (los medios de comunicación) que por los compañeros», lamentó el número dos de SMATA, quien advirtió a esta ala de la central obrera que el Gobierno no los ve con buenos ojos como les hacen creer.
Los referentes del sector moderado de la CGT, que son mayoría en la correlación de fuerzas dentro de la central, se reunieron la semana pasada con Francos y retomaron así el vínculo en medio de las tensiones entre el Gobierno y los sindicatos tras la reglamentación de la reforma laboral que contiene la Ley de Bases y Puntos de Partida.
Esto no cayó bien en el sector de los «duros», que integran el camionero Pablo Moyano y también Manrique, más cercanos al kirchnerismo. Estos últimos pretenden fomentar marchas y paros contra la gestión libertaria y, en ese marco, el moyanismo impulsa un paro de todo el transporte para el 30 de octubre, al que solo no adherirá la UTA por las internas con los Moyano.
