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POLÍTICA

Crisis en la UCR: el bloque de diputados enfrenta una fractura inminente por tensiones internas

La Unión Cívica Radical (UCR) está atravesando una crisis decisiva en su bloque de diputados, en medio de una situación de ruptura que parece inevitable.

UCR

La Unión Cívica Radical (UCR) está atravesando una crisis decisiva en su bloque de diputados, en medio de una situación de ruptura que parece inevitable. La conducción se enfrenta a una difícil disyuntiva: expulsar a los cuatro (o cinco) diputados que apoyaron medidas del oficialismo en contra de la línea partidaria, o mantenerlos en el bloque, a riesgo de perder hasta una docena de legisladores que amenazan con formar una nueva bancada.

El conflicto tiene su raíz en el comportamiento de los diputados Mariano Campero, Luis Picat, José Federico Tournier, Martín Arjol y, posiblemente, Pablo Cervi, informó NA. Este último votó a favor del veto presidencial a la ley previsional y se abstuvo en la votación de la actualización de partidas para las universidades públicas, lo que lo puso en la mira de sus colegas. Estos legisladores, apodados «radicales con peluca» por su cercanía con el oficialismo, han generado tensiones dentro del bloque por sus posturas contrarias a los principios históricos de la UCR.

Fuentes cercanas a la conducción del bloque, liderado por Rodrigo de Loredo, reconocen la complejidad de la situación. En términos numéricos, sería preferible perder a cuatro o cinco diputados en lugar de una decena, pero el problema no se reduce solo a una cuestión de cantidad. Según fuentes del entorno de De Loredo, esos diputados disidentes son clave para contrarrestar la influencia de los legisladores que se alinean con figuras como Facundo Manes y Martín Lousteau, quienes abogan por una postura más confrontativa frente al gobierno.

La decisión que enfrenta el bloque no solo es una cuestión de poder interno, sino también de cómo mantener la coherencia partidaria. El diputado Fernando Carbajal, que representa a un sector más combativo dentro del partido, fue claro en su postura: si no se expulsa a los legisladores que han apoyado al oficialismo, se formará un nuevo bloque. «Nuestra posición es muy clara. Si toman la decisión de apartar a esos diputados oficialistas, seguiremos adelante todos juntos. Si no lo aceptan, armaremos otro bloque», afirmó.

Sin embargo, no todos en la UCR comparten esa postura. Algunos sectores del bloque abogan por darles una segunda oportunidad a los diputados disidentes, siempre y cuando se comprometan a seguir los lineamientos del partido en el futuro. Esta opción parece menos probable, ya que, según Carbajal, la convivencia con los «radicales violetas» es imposible. «La foto con Milei es una decisión política de irse del bloque», enfatizó, aludiendo al acercamiento de estos diputados con el presidente.

La situación es compleja y las decisiones que se tomen en los próximos días marcarán el futuro de la UCR en el Congreso. Con la amenaza de una ruptura inminente, la conducción del bloque enfrenta el desafío de equilibrar las tensiones internas y mantener la unidad, mientras intenta preservar la identidad del partido en un escenario político cada vez más polarizado.

Las próximas horas serán cruciales para determinar si la UCR logrará contener la fractura o si asistirá a una nueva escisión, en un contexto donde las disputas internas parecen ser más profundas que las diferencias ideológicas.