Por primera vez desde que asumió el presidente Javier Milei, los precios de los alimentos en la Argentina registraron una caída. En la tercera semana de octubre, se reportó una deflación del 0,1% en los alimentos. Este fenómeno representa un hito, ya que la inflación ha sido un problema persistente durante la última década.
A pesar de esta caída semanal, en lo que va del mes, los precios de los alimentos acumulan un aumento del 1,6%, de acuerdo a un informe de la consultora LCG. No obstante, la tasa de incremento mensual se ha desacelerado con un incremento de solo 2% en las últimas cuatro semanas, lo que constituye la suba más baja desde mayo de este año. Este resultado es visto con optimismo por el gobierno, que busca mantener la inflación controlada.
Entre los principales productos que impulsaron la deflación se encuentran las bebidas e infusiones para consumo en el hogar, que registraron una caída del 4,7%, y los productos lácteos y huevos, con un descenso del 0,9%. En cambio, otros rubros como las carnes, frutas y panificados mostraron subas de hasta 1,4%, lo que contrarresta parcialmente las bajas.
El objetivo del Gobierno de Javier Milei es que la inflación de octubre no supere el 3%
El gobierno de Javier Milei espera que esta desaceleración en los precios de los alimentos ayude a que la inflación de octubre se ubique en torno al 3%, o incluso por debajo de ese umbral. La baja de los precios mayoristas, impulsada por la reducción del impuesto País en septiembre, también ha contribuido a aliviar la presión sobre los precios al consumidor, lo que refuerza las expectativas oficiales de un índice inflacionario más moderado para fin de año.
Factores como la estabilización de los precios de los combustibles y el freno en los aumentos de tarifas también han jugado un rol clave en este contexto de desaceleración inflacionaria. El alivio en estos sectores cruciales para la economía cotidiana de los argentinos da esperanzas de que los precios puedan seguir estabilizándose en los próximos meses.
Si bien el aumento en algunos productos esenciales como la carne y el pan continúa siendo un desafío, la desaceleración general de la inflación alimentaria marca un cambio en la tendencia inflacionaria. Esta primera deflación en la era Milei es un dato alentador que el Ejecutivo espera capitalizar para consolidar su política económica de cara al futuro.