La vicepresidenta y titular del Senado de la Nación, Victoria Villarruel, ordenó la suspensión temporal de las actividades en el jardín maternal que funciona en la Cámara alta debido a «irregularidades estructurales» que ponen en riesgo la vida de «los niños y el personal».
La decisión de Villarruel se basa en un informe elaborado por la Dirección de Obras y Mantenimiento, que fue avalado por las actas de inspección de la Dirección General de Fiscalización y Control de Obras del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Según el documento, el jardín incumple las normas establecidas por la Unidad Ejecutora de Escuelas Seguras, lo que generó preocupación por la seguridad de la institución.
Entre las principales irregularidades detectadas figuran deficiencias en las instalaciones contra incendios, la falta de un plan de autoprotección adecuado, y el hecho de que el edificio es compartido con otras dependencias, lo cual requiere una mayor independencia funcional para garantizar la seguridad. Estas falencias llevaron a la decisión de suspender las actividades hasta que se puedan solucionar.
Además de ordenar el cierre temporal, Villarruel otorgó una licencia especial a los 72 padres cuyos hijos asisten al jardín maternal. Esta licencia, que se extenderá hasta el 31 de diciembre de este año, permitirá que los empleados del Senado afectados puedan reorganizar el cuidado de sus hijos mientras se trabaja en la adecuación de las instalaciones.
La historia del jardín en el Senado
El jardín, conocido como «Jardín del Bosque», fue creado en 1996, y desde entonces ha estado en funcionamiento para los empleados del Senado. Durante años, los empleados debían descontar un porcentaje de su sueldo para inscribir a sus hijos en la institución. Sin embargo, esa normativa fue eliminada por la expresidenta Cristina Kirchner en su última gestión como titular del Senado, transfiriendo los costos totales al presupuesto de la Cámara alta.
Ahora, el próximo paso estará en manos de la Dirección General de Administración del Senado, que deberá trabajar en las remodelaciones y adecuaciones necesarias para corregir las deficiencias detectadas y garantizar que el jardín pueda operar de manera segura para los niños y el personal.