La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, se refirió al reciente acto que reunió a Cristina Fernández de Kirchner y al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, en medio de la tensión política dentro del Partido Justicialista (PJ). Durante una entrevista, Carlotto describió de manera anecdótica y sincera la frialdad que percibió entre ambos dirigentes durante el evento, al tiempo que minimizó cualquier especulación sobre un posible conflicto.
En sus declaraciones en FM Re, Carlotto expresó: “Ellos no se hablaron. Parecía una pareja, y yo como vieja loca en el medio«, haciendo alusión a la notable distancia que observó entre los dos líderes. A pesar de la incomunicación, destacó que el respeto entre ambos fue evidente: “Los respeté y creo que ellos se respetaron muchísimo. Disfrutaron”, subrayó la referente de derechos humanos.
Sin embargo, la activista no dejó de mencionar la «frialdad» que marcó el encuentro. “Hubo una frialdad bárbara, se notaba, no hablaban entre ellos. Parecían chicos. Parecían una pareja, y que estaba ‘la vieja loca’ en el medio de ambos«, añadió Carlotto, describiendo la situación con una mezcla de humor y honestidad. A pesar de ello, Carlotto insistió en que ambos dirigentes mantuvieron el respeto mutuo y que la multitud presente en el acto expresó su apoyo, especialmente hacia Cristina Kirchner.
Carlotto, con su habitual sensibilidad y diplomacia, aseguró que la relación entre Kirchner y Kicillof no está rota. “Son políticos, además de seres humanos, la política no la entiendo ni la conozco. Los quiero, y les deseo lo mejor. Ya se van a arreglar, no son enemigos, al contrario”, manifestó, destacando la importancia de darles tiempo y espacio para superar las diferencias que puedan surgir. En ese sentido, también se refirió a las personas que intentan generar divisiones dentro del PJ: “Por ahí hay gente que provoca para que se distancien, eso no sirve”, dijo en Radio Con Vos.
Finalmente, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo abogó por una comunicación más cercana y sincera entre los dirigentes: «Si hay algo que no nos gusta, hay que decírselos de la manera que corresponde, en el oído y despacito, para ayudarlos». Para Carlotto, aunque en el acto se los vio «serios y divididos», ambos estaban «juntos».
Estela de Carlotto, como siempre, hizo un llamado a la unidad y al diálogo, reconociendo la importancia de las diferencias, pero insistiendo en la necesidad de superar los desencuentros para seguir adelante.