Fueron años y años de éxitos televisivos para Cris Morena y Gustavo Yankelevich, que formaron una gran familia junto a sus hijos Romina Yan y Tomás Yankelevich. Si bien después de 25 años de amor decidieron tomar caminos separados, el respeto mutuo continúa hasta el día de hoy. En una reciente entrevista, la productora recordó cómo inició su relación.
En conversación con Héctor Maugeri para el ciclo +Caras, Cris Morena recordó su relación con Gustavo Yankelevich: “Fui muy enamoradiza, tuve cuatro novios y me casé. Siempre estuve de novia, desde los 13 hasta que me casé. Me enamoré locamente de Gustavo. Me casé con él porque era distinto, era diferente. Me enamoré de su potencia».
«Nos potenciamos muchísimo. Él me abría mundos y yo a él. Éramos una bomba atómica los dos juntos. Nos acompañamos un montón en todo, yo estuve muy enamorada de él. Me casé un 5 de diciembre y Romina nació el 5 de septiembre, no perdimos ni un minuto de tiempo. Fueron más de veinte años de matrimonio y una etapa medio rara», siguió Cris Morena.
«Nos divorciamos y nadie se enteró, fuimos muy amorosos entre nosotros, con nuestra historia. La gente no supo que tenía una hija hasta que hice Jugate. Soy una persona que con la parte farandulera no me llevo. Soy muy mala para esa parte. Yo no tenía privilegios sobre nadie, cuando le conté sobre Jugate se volvió loco. Yo era una luchadora», contó.
«Después de Gustavo el canal estuvo manejado por gente que no sabía lo que era un canal, venían del champagne. Yo era una loca, les decía unas cosas espantosas. Le pido perdón a toda ese gente por mis locuras, yo era una luchadora. Soy muy explosiva», agregó. «Sos explosiva, sabés poner límites. Tenés un estilo particular, admirado y odiado. Nunca te importó porque siempre fuiste Cris Morena», reflexionó Héctor Maugeri.
Qué dijo Cris Morena sobre Romina Yan
Un momento muy emocionante se vivió durante la entrevista cuando Cris Morena recordó a su querida hija, Romina Yan. “Lo que pasó con Romina fue en un segundo. Ella nació en un pujo, ¿sabías? Por eso siempre hablo de la respiración, porque en una inspiración y espiración te podés ir, es un segundo nada más. Estaba en la plenitud de toda su capacidad. Se fue en un segundo, fue así, de golpe, como los ángeles», expresó.
“Fue un antes y un después. Los primeros tres años fueron una nada, un desierto del alma y del corazón. Una sensación de soledad insoportable, de no poder seguir. Y de golpe llegó la epifanía de ‘Aliados’. Empecé a darme cuenta como el universo conspiraba y cómo yo me entendía con el universo. Sentí que Romina era mi ser de luz, y que yo también estaba en esa luz. Yo siento su presencia, mi hija es la presencia de la ausencia, como dice mi nieta Azul. El día que Romina se fue no me di cuenta que el capitulo (de Casi Ángeles) se llamó ‘el mundo llora la muerte de un inocente’, después me lo contaron», agregó.