Tras 45 días distanciados, Javier Milei compartió un acto de la Policía Federal junto a la vicepresidenta, Victoria Villarruel. Este hecho no es menor teniendo en cuenta que hay una interna entre ambos, producto de un homenaje a Estela Martínez de Perón que le realizó la titular del Senado. Sin embargo, se reencontraron en un ámbito en el que coinciden: las fuerzas de seguridad.
El mandatario lamentó «los años de escarnio a los que fueron sometidos» los policías por parte del kirchnerismo y arremetió: «Convirtieron a nuestro país en un baño de sangre, pero la sociedad les dijo basta«. Además, subrayó que «una de las cosas más honorables que puede hacer un ser humano que es estar dispuesto a dar la vida por otro».
En este mismo sentido, apuntó contra la gestión anterior, a quienes acusó de entender «a los delincuentes como víctimas de sus circunstancias, desprotegieron a la sociedad y le dieron la espalda a las fuerzas policiales. Llegaron al absurdo de liberar presos o castigar a policías honorables por el imperdonable delito de hacer bien su trabajo», cargó Javier Milei.
Uno de los motivos que encontró para que esto ocurra es «la penetración de la izquierda en las instituciones», fuerza política ligada al garantismo y al proteccionismo de los delincuentes. Todo lo contrario piensan en La Libertad Avanza, donde enumeraron sus políticas en materia de seguridad para revertir esta herencia recibida.
«1) El que la hace, las paga, el delito hay que castigarlo, dentro de la ley todo, fuera de la ley, nada; 2) el orden público es sagrado, no se puede secuestrar la calle y arruinarles la vida a todos los argentinos; 3) los buenos son los de azul, los malos los que roban, delinquen y matan», señaló el presidente argentino sobre sus políticas, desarrolladas por la minsitra de Seguridad, Patricia Bullrich.
Además, destacó que han «aplicado estos tres pilares y estamos dando un giro de 180 grados» en materia de seguridad. De hecho, algunos indicadores al respecto han comenzado a bajar, en un punto que se le destaca a Patricia Bullrich. Sin embargo, la escalada de la violencia dentro de la sociedad es elevada y se espera que en 2025 haya un descenso de estos números.