Un diputado nacional de La Libertad Avanza y miembro del círculo íntimo del presidente Javier Milei realizó en las últimas horas una descolocante revelación. Se trata de Alberto Benegas Lynch hijo, más conocido como Bertie Benegas Lynch, quien durante una distendida entrevista en un canal de streaming afirmó que es pariente nada más y nada menos que del extinto líder guerrillero Ernesto ‘Che’ Guevara.
“El Che Guevara es mi tío tercero”, afirmó Benegas Lynch en diálogo con el periodista Tomás Díaz Cueto. Seguidamente, explicó: “Mi abuelo y el padre del Che eran primos, o sea que era primo segundo de papá y tío tercero mío”. Y aclaró: “No estoy orgulloso, lo cuento como una curiosidad. Es un asesino, una porquería de persona y los parientes no se eligen”.
Si bien estas declaraciones tomaron trascendencia esta semana, Benegas Lynch hijo ya había comentado en 2017 su parentesco con Guevara. Fue en 2017, durante una nota publicada en Infobae, donde manifestó lo siguiente: “En mi familia se ha hablado bastante del Che, ya que mi padre era primo hermano del suyo. El abuelo del sujeto de marras era una persona excelente, Roberto Guevara, casado con Anita Lynch, hermana de mi abuela materna”.
“En tren de genealogía, consigno que soy más Lynch que Benegas, dado que tanto mi padre como mi madre descienden de dos de los hijos de Patricio Lynch, de quien desciende también el Che”, puntualizó el hoy diputado nacional. A su vez, y tal cual reiterara en la reciente entrevista en un canal de streaming, remarcó: “Mi padre solía repetir el conocido aforismo: Los parientes no se eligen, se eligen los amigos”.
“Si bien es cierto que en todas las familias hay bueno, regular y malo en proporción con el tamaño de estas, siempre noté cierta dosis de vergüenza por el hecho de que se había filtrado en la nuestra un personaje de características tan siniestras”, lanzó Benegas Lynch hijo sobre el guerrillero argentino y comandante e ideólogo de la Revolución Cubana.
En otro tramo de esa misma nota en Infobae, Benegas Lynch hijo subrayó: “Esperemos que los que siguen usando lo símbolos del Che como una gracia perciban que se trata de la humorada más lúgubre, mórbida y patética de cuantas se le pueden ocurrir a un ser humano. Es lo mismo que ostentar la imagen de la tenebrosa cruz esvástica como señal de paz”.