En una nueva estrategia del Gobierno nacional, el presidente Javier Milei buscará mostrar certezas en medio de la incertidumbre sobre el futuro del Poder Judicial. Esta semana, se enviarán al Congreso, en tres tandas, unos 140 nombres de jueces y camaristas. El objetivo es el de cubrir lugares clave del fuero Comercial, Civil, Criminal Ordinario y Penal Económico. Sin embargo, las negociaciones con senadores y gobernadores para garantizar la aprobación de los candidatos aún están abiertas.
Con esta decisión, el Gobierno busca adelantarse a las críticas por la demora en la designación de jueces. Y es que estos pliegos se encuentran en manos del Poder Ejecutivo desde comienzos de año. Cabe aclarar, que no se trata de los cargos más sensibles de Comodoro Py, como los concursos para la Cámara Federal o la Cámara de Casación, donde aún hay vacantes sin definir.
Los candidatos provienen de las ternas resultantes de 161 concursos públicos. El presidente y el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, deben seleccionar uno de los tres candidatos para cada puesto y enviarlo al Senado, donde será aprobado por mayoría simple. Con solo siete senadores en el oficialismo, el Poder Ejecutivo deberá negociar con sectores de la oposición y gobernadores para lograr el consenso necesario y también ceder en ciertos intereses provinciales.
Designaciones con importancia estratégica
La selección de jueces incluye cargos estratégicos como los de la Cámara Federal de La Plata, la Cámara Federal de Mendoza, la Justicia comercial de la Capital y la Cámara en lo Penal Económico, que trata casos de contrabando y evasiones. Además, se contemplan jueces para juzgados civiles, criminales ordinarios y para la Cámara Nacional de Casación Penal.
Fuentes judiciales indicaron que los pliegos se enviarán en tandas de unos 50 por semana, para que ingresen al Senado antes de que finalicen las sesiones ordinarias. Este fin de semana, el viceministro Sebastián Amerio y el asesor presidencial Santiago Caputo definieron los primeros nombres que se remitirán. Las sugerencias provienen no solo del ámbito político y los gobernadores, sino también de la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional.
En los últimos días, circularon versiones sobre posibles decretos para designar jueces de la Corte Suprema sin pasar por el Senado. Así como también nombramientos directos para jueces federales de Comodoro Py. Sin embargo, estas ideas fueron desestimadas desde el Ministerio de Justicia por ser incompatibles con la Constitución.
Corte Suprema de la Nación y Procurador General
En cuanto a los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla, candidatos a la Corte Suprema, si bien gozan de apoyo dentro del Gobierno, aún no se ha logrado alcanzar los votos necesarios para obtener un dictamen favorable en el Senado, mucho menos los dos tercios requeridos para su aprobación. La estrategia del Gobierno se centra en avanzar primero con la ampliación de la Corte, para luego lograr un consenso que permita aprobar los pliegos de estos candidatos.
El Gobierno también analiza el nombramiento del Procurador General de la Nación, un cargo que está vacante desde la renuncia de Alejandra Gils Carbó en 2017 y que Eduardo Casal ocupa de manera interina. Aunque en un momento se mencionó a Amerio como posible candidato, el Gobierno lo descartó por el papel fundamental que cumple actualmente en el Ministerio de Justicia.
Negociación legislativa
Los senadores con los que el oficialismo deberá negociar son los mismos que han estado involucrados en el intento fallido de Lijo y Mansilla. Amerio ha sido clave en esas negociaciones, y su comprensión tanto del ámbito judicial como de la realidad política del Gobierno lo posiciona como una pieza fundamental para las conversaciones que vienen.
El Gobierno no ha fijado una fecha para el envío del pliego del Procurador General, pero está decidido a definir un candidato. Especialmente, uno que garantice alineamiento ideológico con la administración Milei y que cumpla con las necesidades de cara a la implementación del sistema acusatorio. “No es una figurita que estemos dispuestos a entregar si no es alguien de determinadas características”, apuntan desde la Casa Rosada.