El Gobierno de Javier Milei le quitó los privilegios a trabajadores del sector aeronáutico en medio de los conflictos con los gremios del rubro, los cuales se potenciaron en las últimas semanas. La quita coincide con la decisión que se tomó contra la expresidenta Cristina Kirchner y el ex vicepresidente Amado Boudou, condenados por la Justicia, a quienes se les quitaron sus jubilaciones de privilegio y, a ella, la pensión por el fallecimiento de Néstor Kirchner.
Así lo anunció el vocero presidencial Manuel Adorni en sus redes sociales: «Estimados, ahora sí: finalmente lo hemos logrado. El Gobierno dispuso el fin de los privilegios de la casta aeronáutica: fin a los traslados gratis en remises, fin al asiento de descanso en clase ejecutiva para vuelos a Europa, fin a los pasajes vacacionales gratis para familiares directos de pilotos y a pilotos jubilados, fin a que el horario de trabajo comience cuando se inicia el traslado en remis».
«Fin a los privilegios de unos pocos. Fin al delirio», decretó el responsable de Comunicación del Gobierno nacional. El anuncio podría marcar un antes y un después en las negociaciones salariales, que por ahora se mantienen vigentes mientras existe la inminente amenaza de cierre de Aerolíneas Argentinas.
Registros de estos privilegios
En el mes de septiembre, el portavoz hizo hincapié en la situación del sector y en los privilegios que gozaban, hasta hoy, los trabajadores: “La semana pasada se inauguró la ruta de Aerolíneas Argentinas a Punta Cana. Diez de los 18 asientos de clase ejecutiva fueron reservados para pilotos y sus familias. Viajaron de manera gratuita sostenidos por la empresa, o sea por todos los contribuyentes, con todas las comodidades, por supuesto”.
“No hay ninguna razón para seguir sosteniendo en un país empobrecido como el nuestro este tipo de privilegios para unos pocos”, agregó en una de sus conferencias de prensa.
Con respecto a Aerolíneas Argentinas, pesar de tener un promedio de 3 o 4 vuelos mensuales, según el Gobierno algunos pilotos trabajan menos de 40 horas por mes, casi la mitad de lo que trabaja un piloto de Flybondi. Esto sucede porque cualquier reprogramación de vuelos se paga aparte. En este marco, los días que la empresa no los programa inicialmente —conocidos como días “off”—, los pilotos suelen negarse a volar si son convocados a último momento. Por convenio colectivo, también tienen un límite de tres guardias mensuales y reciben un bono en dólares como suplemento.
Otro de los puntos que cuestionó la Secretaría de Transporte es que los pilotos tienen un salario garantizado, incluso si no cumplen con las horas de vuelo previstas. En cuanto a sus necesidades operativas, Aerolíneas Argentinas se encarga de proveerles el uniforme completo, incluyendo zapatos, y su respectiva reposición.