La fiscal Fabiana León solicitó una pena de tres años y tres meses de prisión para Nélida Caballero, quien fuera cocinera del exministro de Planificación Julio de Vido. Caballero enfrenta cargos por lavado de activos, luego de que se descubriera que poseía un patrimonio considerable, incluyendo vehículos de lujo y una chacra en Formosa, que ella justificó como resultado de múltiples negocios y su trabajo como empleada doméstica y trabajadora sexual.
«Solicito que se la condene a tres años y tres meses de prisión, además de una multa que equivale a 2,5 veces el monto del dinero lavado, actualizado al momento de la sentencia», expresó la fiscal León en su alegato. Subrayó que Caballero mantuvo siempre el control total sobre las situaciones investigadas y que no se encontraba en una posición de vulnerabilidad, considerando como atenuante su falta de antecedentes penales.
Caballero, empleada de De Vido al menos desde 2010, declaró al inicio del juicio que sus ingresos provenían de su actividad como trabajadora sexual, oficio que aún ejerce. Afirmó haber establecido relaciones con personas adineradas, como banqueros y empresarios, quienes le habrían proporcionado dinero y regalos costosos, incluyendo vehículos de alta gama.
La fiscal denominó esta estrategia como la «defensa Clerici», en referencia al caso de la modelo Sofía Clerici, acusada de un delito similar tras publicarse su viaje en un yate de lujo con Martín Insaurralde, exjefe de Gabinete de Axel Kicillof. Clerici había argumentado que los fondos incautados provenían de su actividad como «acompañante de viajes», basándose en recomendaciones de la Organización Internacional del Trabajo para reconocer la prostitución como trabajo.
Los sospechosos bienes de Nélida Caballero
Entre los bienes de Caballero se encuentran una Toyota Hilux 4×4 y un Peugeot RCZ Triptronic, ambos vehículos de alto valor. Algunos de estos automóviles estaban registrados en el domicilio de De Vido, en la avenida Libertador. Tras la exposición pública de su patrimonio, Caballero vendió algunos de estos bienes a precios significativamente bajos; por ejemplo, vendió un Toyota Etios a su pareja, Omar Lavergne, por solo 2.000 dólares, transacción que la fiscalía considera una «venta simulada» para ocultar activos.
Además de su trabajo como empleada doméstica y trabajadora sexual, Caballero afirmó haber sido propietaria de varios negocios, incluyendo un lavadero de autos, tres carnicerías, una agencia de venta de pasajes de ómnibus y una quiniela. Sin embargo, la fiscalía cuestionó la capacidad de estos emprendimientos para generar los ingresos necesarios para justificar su patrimonio.
La fiscal León solicitó el embargo y decomiso de los bienes de Caballero, incluyendo la chacra en Formosa y los vehículos mencionados, además de una multa de más de 395 millones de pesos, más del doble del valor actualizado del dinero lavado. También pidió medidas preventivas para asegurar el cumplimiento de la sentencia, como la retención de sus documentos de viaje, prohibición de salida del país y la obligación de presentarse periódicamente ante el tribunal.
Detalles de la audiencia
En la audiencia estuvieron presentes la hija de Caballero, Camila, y su pareja, Omar Lavergne. La fiscalía pidió la absolución de ambos. El juicio se desarrolla ante el Tribunal Oral Federal N°7, integrado por los jueces Enrique Méndez Signori, Germán Castelli y Fernando Canero. El fiscal titular de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac), Diego Velasco, también participó en la sesión.
