uego de su encuentro con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, Javier Milei participó en la mañana de este viernes de una reunión con inversores en la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC), también en Mar-A-Lago. Allí, agradeció la invitación al evento republicano, no sin aclarar que la mayoría de las fundaciones ya están «infestadas de socialismo».
Junto a su comitiva, integrada por la secretaria general Karina Milei y el flamante canciller Gerardo Werthein, el jefe de Estado estuvo nuevamente presente en la casa que el magnate republicano tiene en Palm Beach, Florida. Aunque ya lo hizo el jueves, volvió a felicitar a Donald Trump por su triunfo ante el comunismo y la «agenda woke».
«Como argentino, conozco de primera mano las consecuencias del socialismo», mencionó el jefe de Estado. «Por eso, muchas veces me siento un profeta ante una distopía aún evitable», agregó, no sin profundizar sobre la gloria pasada de Argentina, hace 120 años, cuando competía «cabeza a cabeza con Australia y Estados Unidos».
Sin embargo, Javier Milei afirmó que ese crecimiento se frenó ante la influencia del Estado sobre las decisiones económicas: «Bajo el mandato del sentimentalismo y las buenas intenciones, los colectivistas lograron convertir en verdad la justicia social, que afirma que donde existe una necesidad hay un derecho».
Al repasar la debacle del país, indicó que su rol es totalmente distinto al del resto de los ocupantes del Estado: «Yo no soy político ni aspiro a serlo. Tal como el presidente Trump, tuve que meterme en este pantano putrefacto como acto de defensa propia. La gente me respaldó con su voto y lo sigue haciendo a diario, porque, finalmente, entendió que no quiere volver a tener que ver con nada de la casta», expuso ante los presentes de la cumbre.
Javier Milei pronosticó el fin del socialismo y la izquierda
Durante el resto de su discurso, que duró 16 minutos, el presidente siguió hablando de las consecuencias del socialismo en Argentina y el mundo, al cual definió como un «virus» que atenta contra el «sentido común». Sin embargo, destacó que las «ideas de la izquierda se empiezan a resquebrajar porque hay una mayoría silenciosa que se hace escuchar».
También defenestró a los partidos tradicionales, siempre beneficiados con las mismas agendas de Estado, y los contrastó con los «ciudadanos libres», los cuales, únicamente, «persiguen su propia felicidad».
Por otro lado, tomó de ejemplo el enfrentamiento de las ciudades libres de Grecia contra el despotismo persa para trazar una hoja de ruta para la conformación de una alianza estratégica. «Como hicieron los antiguos, los que creemos en las ideas de la libertad tenemos que hacerle frente a esta barbarie, formar una alianza de naciones libres, custodios del legado occidental, estableciendo nuevos lazos políticos, pero también comerciales, culturales, diplomáticos y militares, donde CPAC, en esto, tiene un rol fundamental», afirmó.
De esta forma, con Estados Unidos en el norte, Argentina en el sur, Italia en la vieja Europa e Israel en el Oriente Medio, Javier Milei sugirió una alianza para fomentar la «paz y prosperidad», y la restauración de las ideas de occidente.