A medida que se acerca el año electoral, la dinámica política en la Ciudad de Buenos Aires se intensifica, evidenciando una tensión creciente entre el oficialismo y el macrismo. El PRO busca consolidar su poder en la ciudad, mientras que La Libertad Avanza (LLA), liderada por Javier Milei, demuestra un creciente interés por desafiar la hegemonía del macrismo.
El jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, intenta equilibrar las demandas de sus delegados dentro del PRO y las presiones internas para aprobar iniciativas clave en una legislatura que se presenta compleja. A pesar de la estabilidad que ha mantenido el PRO durante 16 años, la aparición de LLA ha alterado el panorama político, obligando a Macri a desarrollar estrategias para mantener su influencia.
La Libertad Avanza y su ambición en CABA
Karina Milei, hermana del presidente y figura prominente en LLA, ha estado activa en todas las provincias, con especial énfasis en la CABA. En la sede administrativa de Parque Patricios, representantes de LLA han solicitado apoyo al PRO para fortalecer su presencia en la capital. “Ella le pide que la ayudemos en su pelea interna, nosotros, que sean verdaderos aliados”, comentan fuentes cercanas al macrismo.
Mientras tanto, la Secretaría General de la Presidencia planea presentar a Manuel Adorni como candidato presidencial en las próximas elecciones, aunque aún no se ha definido quién liderará la lista para la Jefatura de Gobierno en 2027. La incertidumbre sobre las futuras alianzas y liderazgos añade una capa adicional de complejidad a las negociaciones entre el PRO y LLA.
Desafíos en la coordinación electoral
Las elecciones legislativas de 2025 se acercan y, aunque ambos partidos afirman que es prematuro definir estrategias concretas, la necesidad de una alianza clara se hace evidente. El PRO ha propuesto respetar los distritos electorales a cambio de apoyo en la provincia de Buenos Aires. Por ejemplo, ofreciendo ceder el liderazgo en las nóminas electorales. Sin embargo, LLA mantiene su posición de no coordinar formalmente, dejando que cada partido desarrolle su estrategia de manera independiente.
“Nos bancamos ir en tercer y quinto lugar en Provincia. Pero la Ciudad es nuestra”, resumió un alto funcionario del PRO. Indicando así que consideran que LLA depende de su apoyo para alcanzar sus objetivos en Buenos Aires. Por otro lado, los estrategas de LLA reconocen la necesidad de apoyo. Aunque confían en que podrán consolidar su posición antes de la confección de las listas de candidatos.
Dentro de LLA, existen divisiones entre el ala de Ramiro Marra y la de Pilar Ramírez, alineada con Karina Milei. Esta fragmentación interna complica la capacidad del partido para presentar una frente unificado. Especialmente en la Legislatura de Buenos Aires, donde se discute el nombre oficial del partido. “La Libertad Avanza” aún no ha sido adoptado formalmente, generando tensiones entre los libertarios porteños y el oficialismo.
Tanto el PRO como LLA están evaluando sus posiciones y posibles alianzas. Los macristas, preocupados por ser absorbidos por la creciente fuerza libertaria, buscan fortalecer su base interna y asegurar el apoyo necesario para mantener su predominio en Buenos Aires. Por su parte, LLA apuesta por consolidar su influencia a través de movimientos estratégicos y el apoyo de figuras clave dentro del PRO.