Los agricultores franceses se alzaron este lunes contra el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y los países del Mercosur, que consideran una amenaza directa para su sector. Bajo el lema “Operación Fuegos de Ira”, se realizaron al menos 85 puntos de protesta en todo el país, con tractores, fardos de paja y pancartas que expresaban su oposición a un tratado que, según ellos, inundará Francia de «carne barata, genéticamente modificada y con antibióticos». El presidente Emmanuel Macron ha prometido que Francia no firmará el acuerdo en su forma actual.
Los agricultores desconfían de la palabra de Macron. «Este hombre nos ha hecho tantas promesas que ya no podemos confiar en él», dijo François Lecoq, agricultor de Houdan. El mandatario afirmó en Buenos Aires que el tratado necesita reformularse para respetar el medio ambiente, pero el escepticismo sigue creciendo entre los manifestantes franceses.
Los agricultores en Francia aseguran que la competencia desleal con productos sudamericanos, elaborados con estándares menos exigentes que los europeos, pone en riesgo su subsistencia. «Queremos garantizar ingresos dignos para nuestros agricultores y seguir atrayendo a los jóvenes», advirtió Pol Devilliers, vicepresidente de Jóvenes Agricultores. El sector ya enfrenta una crisis agravada por enfermedades en las explotaciones y condiciones climáticas adversas, lo que ha derivado en una preocupante ola de suicidios entre trabajadores rurales.
Mientras Francia rechaza el acuerdo, otros países como Alemania lo apoyan firmemente. Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, aseguró que las negociaciones están «en la recta final». Esto deja a Francia en una posición aislada, lo que preocupa a políticos como Yannick Jadot, quien acusó a Macron de no crear una «minoría de bloqueo» en Europa para frenar el tratado.
Desde el oeste de Francia hasta el sur, las manifestaciones buscan concienciar a los consumidores sobre las consecuencias del acuerdo. «Nos obligarán a importar productos que no cumplen nuestras normas y a consumir alimentos que rechazamos», afirmó Bertrand Mitard, líder de la FDSEA en Vendée. En ciudades como Montpellier y Avignon, los agricultores bloquearon puntos estratégicos para visibilizar su lucha.
Figuras como Marine Le Pen, líder del Reagrupamiento Nacional, han capitalizado el descontento rural, mientras que Xavier Bertrand calificó el acuerdo como «una puñalada por la espalda a Francia». Por su parte, Michel-Edouard Leclerc, representante del sector supermercadista, lo tildó de «tontería», asegurando que los agricultores franceses necesitan protección frente a un tratado que considera mal negociado.
Tratado Mercosur-UE: un debate pendiente en el Parlamento de Francia
Desde La France Insoumise, Jean-Luc Mélenchon exigió que el tratado sea debatido en la Asamblea Nacional antes de aplicarse. “Señor Macron, detenga su circo con el Mercosur. Si los franceses no lo votan, este tratado no debe aplicarse”, sentenció el líder opositor. Mientras tanto, los agricultores continúan en las rutas, defendiendo lo que describen como «la agricultura más sana y controlada del mundo».