El presidente argentino, Javier Milei, y su par chino, Xi Jinping, sostuvieron un encuentro bilateral en el marco del G20 en Río de Janeiro, marcando un giro significativo en la relación entre ambos países. La reunión se dio a pesar de las reiteradas declaraciones de Milei en su campaña, cuando prometió «no hacer tratos con comunistas».
En el encuentro, ambos mandatarios discutieron sobre la profundización de la Asociación Estratégica Integral que une a Argentina y China desde hace una década. Según un comunicado de Hua Chunying, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Milei expresó su «alta valoración» por las relaciones de amistad entre ambos países y manifestó su voluntad de fortalecer la cooperación binacional.
Xi Jinping, por su parte, destacó que la relación se encuentra en un momento clave para consolidar los logros alcanzados y abrir nuevas oportunidades. «El Presidente Xi expresó su disposición de trabajar junto con el Presidente Milei para fomentar el desarrollo duradero y estable de la Asociación Estratégica Integral entre China y Argentina», detalló Chunying en su cuenta de X.
El encuentro incluyó el tradicional apretón de manos entre los líderes, una imagen que Milei compartió en sus redes sociales, mostrando el acercamiento. Este gesto fue leído como un paso estratégico en el contexto de las relaciones internacionales de Argentina, en un mundo donde China tiene un rol predominante como socio comercial y financiero de muchos países en desarrollo.
La Argentina de Javier Milei respaldó el programa del G20 conocido como la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza
La bilateral se dio luego de que Argentina firmara, con algunas reservas, su respaldo a la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, una iniciativa impulsada por el G20. Este respaldo fue considerado un punto de consenso entre las potencias, aunque Milei mantuvo disidencias en ciertos aspectos del acuerdo.
El acercamiento a China contrasta con el discurso de campaña de Milei, donde calificaba al gigante asiático como «un régimen comunista». Sin embargo, su giro pragmático parece responder a las necesidades económicas y geopolíticas de Argentina, que mantiene fuertes lazos comerciales con Beijing y depende de sus inversiones en áreas clave como la energía y la infraestructura.
La reunión entre Milei y Xi Jinping pone en evidencia la complejidad de las relaciones diplomáticas, donde las ideologías ceden paso a los intereses nacionales. En este nuevo escenario, ambos países buscarán redefinir sus vínculos, aprovechando el décimo aniversario de su asociación estratégica para dar continuidad a los proyectos bilaterales y explorar nuevas áreas de cooperación.