Mercado Libre, el gigante tecnológico fundado por Marcos Galperin hace 25 años, planea incursionar en el negocio bancario en la Argentina, un paso significativo para consolidar su presencia en el sector financiero. Con una capitalización de mercado de USD 96.000 millones, la compañía ya domina el ecosistema fintech regional a través de Mercado Pago, su billetera digital. Sin embargo, este nuevo desafío implicará obtener la autorización del Banco Central de la República Argentina (BCRA), necesaria para operar como banco en el país.
Aunque el proyecto todavía no tiene plazos concretos, el plan inicial sería construir una entidad bancaria desde cero, en lugar de adquirir un banco existente. Esta estrategia ya se está implementando en México y Brasil, donde Mercado Libre presentó recientemente las solicitudes regulatorias necesarias para operar como banco. En el caso mexicano, se estima que el proceso demorará entre 18 y 24 meses.
«Argentina está empezando a pegar la vuelta», señalaron fuentes cercanas a Galperin, destacando el contexto positivo para avanzar con este tipo de iniciativas. El unicornio tecnológico, con presencia en 18 países de América Latina y 85.000 empleados en la región, busca replicar su modelo de éxito en el comercio electrónico en el sector bancario.
El «Banco Mercado Libre» no será una institución tradicional, con sucursales y ventanillas, sino una entidad enfocada en servicios digitales y aplicaciones móviles. «Queremos ser banco, pero no hay tiempos. Comprarlo o hacerlo lleva el mismo tiempo», explicaron voceros de la compañía. Actualmente, Mercado Pago ya cuenta con 16 millones de cuentas remuneradas que pagan intereses diarios sin inmovilizar fondos, un sistema que ha transformado la manera en que los usuarios interactúan con el dinero.
El desafío regulatorio y las críticas de la banca tradicional
Para operar como banco, ML tendrá que cumplir con las normativas del BCRA, ya sea a través de la creación de una nueva entidad o mediante la adquisición de una ya existente. Aunque comprar un banco podría acelerar el proceso, la compañía prefiere construir su propia estructura para evitar complicaciones en la integración.
Actualmente, la compañía enfrenta críticas de los bancos tradicionales, que acusan de abuso de posición dominante y prácticas monopólicas. En paralelo, la empresa ha denunciado a la billetera digital Modo, integrada por los principales bancos argentinos, por «cartelización». Este enfrentamiento ha generado un entorno de alta tensión en el sector financiero.
Además, el negocio del fintech y el marketplace de Mercado Libre opera bajo una misma sociedad anónima, lo que ha despertado cuestionamientos sobre una posible concentración de poder económico. A pesar de las críticas, la empresa asegura que sus operaciones cumplen con todas las normativas y que el interés por ingresar al sector bancario responde a una evolución natural de su modelo de negocio.
El impacto potencial en el mercado financiero
El crecimiento de Mercado Pago ha convertido a Mercado Libre en un actor clave en el sistema financiero, pero sin el estatus de banco, su capacidad para ofrecer servicios como la intermediación financiera está limitada. Esta nueva etapa permitiría a la empresa tomar depósitos y otorgar préstamos, actividades exclusivas de entidades reguladas.
Galperin, quien ha sido un crítico abierto de los bancos tradicionales, expresó en el pasado su visión sobre la necesidad de desregular el sector para fomentar la innovación. «Es ridículo que los bancos cobren lo que cobran. Las fintech son más lógicas y eficientes porque no tienen al Estado regulando los depósitos. En la banca minorista, estas plataformas pueden conectar mejor a ahorristas con créditos de consumo», afirmó en una entrevista.