El próximo 23 de diciembre, horas antes de celebrar la Navidad, Javier Milei festejará la eliminación del Impuesto PAIS, que formalmente se llama Impuesto para una Argentina Inclusiva y Solidaria (PAIS). Este tributo se implementó en 2019 por el periodo de cinco años fiscales y el Gobierno nacional no lo prorrogará ni enviará al Congreso de la Nación una solicitud de extenderlo, por lo que llegó a su fin.
En su momento, el objetivo era «estabilizar la economía argentina y fomentar la inclusión social«. Sin embargo, los libertarios consideran que ya no tiene sentido que siga teniendo vigencia y le pusieron punto final a este impuesto. Cabe mencionar que solo La Libertad Avanza puede extender el Impuesto PAIS, y ningún otro espacio político puede presentar proyectos para que siga vigente.
El impuesto PAIS ha sido una herramienta clave en la política fiscal argentina, contribuyendo significativamente a la recaudación y destinándose a programas sociales y de infraestructura. Con su finalización prevista para diciembre de 2024, es importante tener en cuenta qué áreas pasarán a recibir menos dinero y cuales directamente dejarán de ser financiadas.
El dinero recaudado de Impuesto PAIS se utiliza para: Programas a cargo de ANSES y PAMI: Financiamiento de prestaciones sociales y de salud, obras de vivienda social: Desarrollo de proyectos habitacionales para sectores vulnerables, obras de infraestructura económica: Inversiones en infraestructura para impulsar el crecimiento económico y promoción de actividades turísticas dentro del país.
Teniendo en cuenta que el Gobierno nacional dejó de financiar las viviendas sociales, que dio de baja a las obras públicas y que los programas de ANSES y PAMI están siendo auditados, tiene sentido que deje de estar vigente el Impuesto PAIS. En cuanto a la promoción turística, desde el LLA trabajan para incentivar el consumo interno de cara al verano, aunque no quieren meterse demasiado y lo dejan en manos del mercado.
Adiós al Impuesto PAIS
Hasta ahora, el Impuesto PAIS se aplicaba en las compras de dólares para ahorro o atesoramiento, en los gastos con tarjetas en el exterior, ya sea de débito o crédito, y para la adquisición de servicios digitales, turísticos y compras de bienes en el extranjero, como las suscripciones de aplicaciones de televisión. De esta manera, todo esto dejará de pagarse y se espera que los precios bajen de manera considerable en los mencionados servicios.