Las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) están perdiendo terreno en el panorama electoral argentino. De los 24 distritos que componen a la Argentina, solo siete mantienen este sistema para seleccionar candidatos a nivel provincial, mientras que otras 17 provincias ya optaron por eliminarlo o nunca lo implementaron. Este escenario refuerza la intención del gobierno nacional de acabar con las PASO en el ámbito nacional, en un contexto donde reducir costos es una prioridad.
El fenómeno comenzó a acelerarse en 2023, cuando provincias como Salta y Chaco dieron de baja las primarias. En otras, como Mendoza y Catamarca, aunque todavía las tienen vigentes, los oficialismos locales evalúan seriamente su eliminación. Esta tendencia no es ajena a la propuesta del presidente Javier Milei de suprimir las PASO a nivel nacional, argumentando su alto costo fiscal y su impacto en las disputas internas de los partidos.
Razones económicas y políticas
La decisión de eliminar las PASO está enmarcada en un contexto económico donde los gobiernos provinciales buscan reducir gastos innecesarios. Sin embargo, también hay motivos políticos: al prescindir de las primarias, los oficialismos provinciales ganan mayor control sobre la elección de candidatos y reducen el riesgo de disputas internas que puedan debilitar su posición frente a las generales.
Entre las provincias que nunca adoptaron el sistema de primarias se encuentran Jujuy, Santiago del Estero y Misiones. En otras, como Formosa, San Luis y Santa Cruz, se utilizan esquemas alternativos como la Ley de Lemas o las colectoras, donde las internas partidarias se resuelven de forma conjunta con las elecciones generales.
La desaparición de las PASO también implica un cambio en la dinámica electoral. En provincias como Salta, donde las primarias fueron eliminadas, se implementaron sistemas como la boleta electrónica, que buscan simplificar y abaratar el proceso electoral. En otras, como Catamarca y Mendoza, los debates internos sobre su continuidad aún generan divisiones.
En los distritos donde las PASO todavía sobreviven, como la Ciudad de Buenos Aires, la provincia de Buenos Aires y Santa Fe, su futuro también es incierto. En la provincia bonaerense, por ejemplo, algunos sectores del oficialismo han propuesto suspenderlas temporalmente para 2025, aunque sin derogarlas por completo.
La tendencia general indica que las PASO están en retirada, y esto podría influir directamente en la decisión de eliminarlas también a nivel nacional. La combinación de argumentos fiscales y políticos refuerza la percepción de que las primarias abiertas podrían convertirse en parte del pasado, dejando el camino despejado para sistemas alternativos que prioricen la eficiencia y la simplificación del proceso electoral.