El presidente argentino, Javier Milei, participará la próxima semana en la Cumbre de Líderes del Mercosur que se llevará a cabo en Montevideo. En este encuentro, recibirá de manos del mandatario saliente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, la Presidencia Pro Tempore del bloque regional. La cumbre se desarrollará en un contexto geopolítico en transición, marcado por tensiones internas y debates sobre el futuro del acuerdo de libre comercio con la Unión Europea.
La reciente elección de Yamandú Orsi como presidente electo de Uruguay, representante del Frente Amplio y sucesor de Lacalle Pou, ha completado el panorama político de América del Sur. Con líderes como Lula da Silva en Brasil y Santiago Peña en Paraguay, la región se inclina hacia la centroizquierda, dejando a Milei como el principal referente de la derecha en el continente. Aunque Peña comparte afinidad ideológica con el presidente argentino, Argentina posee un peso geopolítico mayor en la región.
Ante el triunfo de Orsi, la Argentina envió un saludo protocolar a través de la Cancillería. A pesar de las diferencias ideológicas con el presidente electo uruguayo, Milei busca mantener un diálogo diplomático fluido con el vecino país.
Primer viaje al Mercosur
El ministro de Relaciones Exteriores argentino, Gerardo Werthein, está organizando los detalles del viaje de Milei a Uruguay. La cumbre está programada para el 6 de diciembre y contará con la presencia de líderes como Lula y Peña. Será la primera vez que el presidente argentino asista a una reunión del Mercosur en su calidad de jefe de Estado.
En la cumbre anterior, realizada en julio en Asunción, Milei no estuvo presente y Argentina fue representada por la excanciller Diana Mondino. Su ausencia fue notoria y generó un comentario público de Lacalle Pou, quien expresó su descontento. Días después, Milei recibió al presidente uruguayo en la Casa Rosada para limar asperezas.
En esta ocasión, Milei no solo asumirá la Presidencia Pro Tempore del Mercosur, sino que también expondrá su visión crítica sobre el funcionamiento actual del bloque y compartirá su perspectiva geopolítica. El encuentro también marcará su segundo cara a cara con su par de Brasil, tras el frío saludo que intercambiaron durante el G20 en Río de Janeiro.
Con el eventual regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, Milei planea profundizar su alineamiento estratégico con Estados Unidos e Israel. Junto a Werthein, explora la posibilidad de establecer un Tratado de Libre Comercio con Washington. De concretarse, esta iniciativa podría generar tensiones dentro del Mercosur, ya que el bloque establece que sus miembros no pueden negociar acuerdos comerciales bilaterales sin consultar al resto.
Las tensiones ante un posible acuerdo con la UE
Además, Milei ha manifestado su desacuerdo con la dirección actual del Mercosur y ha expresado reservas respecto al Tratado de Libre Comercio entre el bloque y la Unión Europea. Durante una reunión bilateral con el presidente francés Emmanuel Macron en la Casa Rosada, Milei señaló sus inquietudes al respecto.
Macron, principal opositor europeo al acuerdo, enfrenta presiones de los agricultores franceses, quienes consideran que el pacto con los países sudamericanos podría perjudicarlos. El líder francés dejó claro a Milei que buscará formar una minoría de bloqueo para impedir la firma del acuerdo.
El tratado entre el Mercosur y la Unión Europea se divide en dos partes principales. La sección comercial, que la Comisión Europea puede aprobar sin necesidad del respaldo de los 27 parlamentos nacionales, y el marco institucional y de derechos humanos, que sí requiere ratificación parlamentaria en cada país miembro.
Mientras España, Alemania e Italia apoyan firmemente el acuerdo, existen voces disidentes. Aunque la primera ministra Giorgia Meloni discutió el tema con Milei durante su visita a Argentina y el canciller italiano Antonio Tajani se mostró abierto a las negociaciones, el ministro de Agricultura, Francesco Lollobrigida, expresó recientemente su oposición, argumentando que el tratado sería desfavorable para los agricultores italianos y europeos.
En Bruselas, la presidenta reelecta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, es una de las principales defensoras del acuerdo y busca avanzar a pesar de la resistencia francesa. En diciembre, asumirán las nuevas autoridades de la Comisión, con Kaja Kallas, ex primera ministra de Estonia, como Alta Representante de Asuntos Exteriores de la UE, quien ya ha manifestado su respaldo al pacto con el Mercosur.
Un acuerdo con décadas de negociaciones
El acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea es un tratado de libre comercio destinado a fortalecer los lazos económicos, políticos y sociales entre ambas regiones. Propone facilitar el acceso a mercados mediante la reducción de aranceles, comprometerse con estándares ambientales, laborales y de derechos humanos alineados con el Acuerdo de París, y actualizar normas en áreas como propiedad intelectual, estándares sanitarios y comercio digital.
Las negociaciones comenzaron en 1995 con la firma del Acuerdo Marco de Cooperación Interregional, pero han enfrentado múltiples obstáculos a lo largo de casi tres décadas. Intentos anteriores en 2004 y 2019 no lograron consolidarse debido a la falta de consenso y preocupaciones europeas sobre temas como la deforestación en el Amazonas y políticas ambientales.
En 2023, las partes anunciaron la reanudación de las negociaciones. Factores como la crisis en seguridad alimentaria y energética en la Unión Europea, agravada por la invasión rusa a Ucrania, han renovado el interés en avanzar con el acuerdo.
