Mariano Cúneo Libarona, ministro de Justicia, se hizo presente en el Senado este martes para tratar una propuesta de la senadora Carolina Losada. El funcionario expuso sobre la reforma del Código Penal y la necesidad de endurecer las penas para personas que ejecutran falsas denuncias y generan perjuicios físicos, sociales y psíquicos.
La jornada del martes, en la Cámara alta, contó con la visita del titular de la cartera de Justicia. El problema de las falsas denuncias tuvo un tratamiento particular, no solo por la presencia de un miembro del Poder Ejecutivo, sino por las exposiciones que tuvieron lugar en el Salón Arturo Illia.
Diferentes víctimas de falsas denuncias se hicieron presente en la Comisión de Justicia y Asuntos Penales. También expusieron ante Mariano Cúneo Libarona y los senadores miembros de la comisión, abogados y especialistas en el tema. Sin embargo, las luces se las llevó el ministro, quien ocupó el centro de la escena.
¿Qué dijo Mariano Cúneo Libarona?
En una declaración contundente, el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, enfatizó la necesidad de abordar con firmeza el problema de las denuncias falsas, calificándolas como «un delito que no puede quedar impune«.
“Acusar a un inocente de crímenes que nunca cometió y arruinar su vida es un acto de maldad que debe ser castigado como corresponde”, afirmó el funcionario, quien subrayó que estas prácticas no solo afectan a los individuos acusados injustamente, sino que también erosionan la confianza en el sistema judicial.
Cúneo Libarona también destacó la antigüedad y las limitaciones del actual marco legal: “Nuestro Código Penal tiene más de 100 años. Ha sufrido alrededor de 900 reformas parciales, pero nunca una reforma estructural”, puntualizó, dejando entrever la necesidad de cambios profundos para afrontar los desafíos contemporáneos.
Según el ministro, el impacto de las denuncias falsas trasciende lo judicial, generando daños irreparables en múltiples aspectos de la vida de las víctimas. “Además de las consecuencias inmediatas como la prisión preventiva, las falsas denuncias causan un daño psicológico y emocional grave, la destrucción de familias, la pérdida de empleo y el estigma social”, explicó.
El funcionario también remarcó el perjuicio que estas acciones generan sobre la sociedad en su conjunto: “La falsa denuncia no solo daña a la persona acusada injustamente, sino que también socava la credibilidad de todo el sistema de justicia”. En este sentido, llamó a tomar medidas para garantizar la integridad del sistema judicial y proteger a los inocentes de abusos que “dañan bienes jurídicos fundamentales como el honor, la vida y la propiedad”.
Finalmente, Cúneo Libarona fue categórico al afirmar que “no podemos tolerar la mentira y el engaño, ni que se abuse del sistema judicial para obtener beneficios ilegítimos”, abogando por un compromiso firme de parte del Estado para sancionar a quienes incurran en estas conductas.