La Embajada de Argentina en Caracas, Venezuela, atraviesa una nueva crisis en medio del asedio del régimen de Nicolás Maduro a los asilados políticos refugiados en sus instalaciones. Este sábado, se confirmó que el edificio quedó sin agua potable tras días de restricciones de acceso al suministro básico.
Desde el 1° de agosto, cuando el presidente argentino Javier Milei desconoció el triunfo electoral de Nicolás Maduro, la diplomacia argentina abandonó la gestión directa de la embajada, delegando su administración al gobierno de Brasil. Sin embargo, en septiembre, el régimen venezolano revocó el permiso para que Brasil supervisara el edificio, intensificando las tensiones.
El activista y asilado político Pedro Urruchurtu Noselli denunció la situación a través de redes sociales: «Después de una semana de asedio continuo, la embajada sigue sin electricidad y ahora sin agua potable. Hoy se vació el tanque de agua tras racionarla al máximo», declaró, advirtiendo que la situación humanitaria es crítica.
La Cancillería de la Argentina repudia los ataques a la embajada en Caracas pero no interviene
La Cancillería argentina ya había denunciado hostigamiento y presencia de agentes armados del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) y del Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana (DAET) en los alrededores de la embajada. Según el Ministerio de Relaciones Exteriores, estos operativos representan una violación del derecho internacional que protege las sedes diplomáticas.
En un comunicado, el gobierno argentino condenó las acciones de intimidación y hostigamiento: «El despliegue de efectivos armados y el cierre de calles cercanas a la embajada constituyen una grave perturbación de la seguridad diplomática y de quienes se encuentran bajo asilo». Además, instó a la comunidad internacional a condenar estas prácticas y exigir salvoconductos para los refugiados.
El agradecimiento al gobierno de Brasil por asumir la protección de los intereses argentinos en Venezuela también fue destacado en el escrito oficial. Según la Cancillería, Brasil ha desempeñado un papel clave en la defensa de los asilados frente al hostigamiento constante del régimen venezolano.
La tensión entre Javier Milei y Nicolás Maduro sigue escalando, sin señales de tregua. Argentina reafirma su compromiso con la defensa de los derechos humanos y exige el respeto a las normas internacionales que garantizan la seguridad de las personas en situación de asilo político.