El precio de la carne ha registrado subas de hasta un 30% durante noviembre, incluso en un contexto de retracción del consumo. Según comerciantes, los valores de los cortes más demandados oscilan entre $6.500 y $11.800 por kilo, dependiendo de la zona y el tipo de mercado. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), los precios superan los $10.000 por kilo en cadenas de carnicerías, mientras que en el Conurbano bonaerense, los incrementos han sido menores o inexistentes.
Un relevamiento detalla que en CABA los precios varían entre $8.000 y $11.800 dependiendo del establecimiento, mientras que en el Mercado Central y el de Morón, el asado puede encontrarse desde $6.500. Este aumento contrasta con el precio promedio de octubre, cuando el kilo de carne vacuna rondaba los $7.878, de acuerdo a datos del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva).
Los cortes más demandados, como vacío, entraña, colita de cuadril y matambre, han experimentado alzas notorias, con el kilo de asado liderando los aumentos. Sin embargo, estas subas han generado tensión entre consumidores, muchos de los cuales optan por reducir sus compras. Según Sergio Pedace, vicepresidente de la Cámara de Matarifes y Abastecedores (Camya), la combinación de expectativas por las Fiestas, lluvias recientes y precios atrasados explican este fenómeno.
El consumo de carne sigue bajo y llega a niveles que no se veían hace 28 años
A pesar de la disparada en los mostradores, los precios de la carne continúan por debajo de la inflación acumulada del 2024, que alcanza el 107%. Según el Ipcva, el consumo per cápita de carne vacuna ha caído a su nivel más bajo en 28 años, situándose entre 46 y 48 kilos anuales. Esto ha frenado mayores incrementos en el valor de los cortes en un intento por no desalentar aún más las ventas.
En tanto, la Sociedad Rural Argentina señala que los precios actuales de la hacienda en pie están un 18% por debajo del promedio de los últimos 15 años en términos reales. Entre diciembre de 2023 y octubre de 2024, la carne al consumidor aumentó un 59%, mientras que el precio de la hacienda subió un 41%, reflejando una recomposición rezagada frente a la inflación general.
La incertidumbre continúa de cara a diciembre. Comerciantes y analistas no descartan nuevos aumentos en la previa a las Fiestas, aunque advierten que el consumo será clave para definir el techo de los precios. Mientras tanto, la inflación de alimentos de noviembre muestra signos de moderación, con un incremento mensual promedio del 2,2%.
