Siempre dispuesta a decir lo que piensa. De esta manera es como se muestra nada más y nada menos que Yuyito González en Empezar el Día, el programa que lleva adelante a través de la pantalla de Ciudad Magazine. Allí, la pareja de Javier Milei abrió su corazón y se manifestó sobre el espíritu navideño.
«Estábamos pensando en el tema del arbolito, le preguntaba a Franco si lo vamos a armar, me dijo que sí. Me acordé de que se armaban los arbolitos en las casas… Nosotros en mi casa de infancia, en la de mis abuelos, toda la vida armamos arbolito, siempre siempre», expuso.
«Pesebre también. Yo para mis chicos era infaltable, el 8 de diciembre siempre el arbolito. Dentro de la comunicada evangélica mucho el arbolito no se arma, porque se considera un símbolo pagano. Pero muchos lo hemos armado y no pasa nada tampoco», manifestó Yuyito González.
Inmediatamente, decidió ir por más. «Yo tenía un árbol gigante en un departamento muy grande que yo tuve, después me mudé a uno más chico. Se lo regalé a mi nieta y yo me quedé con una pista de hielo, la tenemos desde hace 30 años. Divina, divina, me transporta, le puse un montón de luces», apuntó.
«A mi nieta le encanta, mis hijos siempre estuvieron fascinados con todos los patinadores. Dura hasta los reyes… el problema es el desarme. Te agarra mucho entusiasmo de armarlo pero después quién lo desarma. Hay gente a la que le dura hasta febrero o marzo, porque después quién lo desarma. Una fiaca tremenda», afirmó Yuyito González, quien le dejó un mensaje a su nieta, asegurando que si bien el 8 de diciembre tiene un compromiso, estará con ella al día siguiente.
«El 9 voy a estar en la casa de mi nietita hermosa que la armo y ya me pregunta si voy a ir para Navidad. Sí, mi amor, nunca voy a faltar, siempre con la familia. Mi mamá siempre decía que íbamos a festejar la Navidad, así nos tuviéramos que trepar un bondi todos. Yo también tengo ese espíritu. Siempre, sea lo que sea, pase lo que pase, porque en la vida pasa de todo. Siempre unidos y sin aflojar. Arriba… La vida», finalizó.