El diputado nacional Gabriel Chumpitaz, del PRO por Santa Fe, explicó las razones detrás de su ausencia en la sesión de la Cámara de Diputados donde se trató el proyecto de Ficha Limpia. Su postura generó controversia, ya que fue uno de los dos legisladores de su espacio que no bajaron al recinto para dar quórum.
“Fue una decisión estrictamente política de no asistir a la sesión de Ficha Limpia, más allá de que, obviamente, estoy de acuerdo con el proyecto”, afirmó Chumpitaz, argumentando que la prioridad era proteger la presidencia del cuerpo legislativo. Según el diputado, existía el riesgo de que la oposición intentara maniobras para cambiar la conducción.
“Corría riesgo la votación de la presidencia de Martín Menem. Se corría el rumor de que el kirchnerismo y sus aliados intentaban arrebatarle la presidencia al Gobierno nacional. Eso, a mi criterio, es muy riesgoso”.
Críticas al contexto y al momento elegido
Chumpitaz cuestionó además el contexto en el que se impulsó la sesión, argumentando que no era el tiempo legislativo adecuado:
“No había un quórum de antemano. No salía Ficha Limpia porque en el Senado no estaban los votos. No era el momento porque hubo un exceso de demagogia por parte de los diputados para ver quién gritaba más fuerte contra la corrupción”.
El legislador también alertó sobre las posibles consecuencias políticas de avanzar con un proyecto percibido como dirigido hacia una figura en particular. “No hay que victimizar a Cristina Kirchner porque parecería que estaba apuntado a Cristina. No había que victimizarla cuando en esa semana estaba levantando el perfil”, señaló.
Defensa de su decisión
Chumpitaz destacó que su postura fue una decisión individual, alejada de excusas o explicaciones fuera del ámbito político:
“Fue una decisión política mía propia. Yo no dije que me intoxiqué, nada. Es una decisión política”.
Con estas declaraciones, el diputado intentó disipar las críticas sobre su ausencia, argumentando que su enfoque estuvo centrado en evitar movimientos que pudieran desestabilizar la actual conducción parlamentaria. Sin embargo, su posición generó debate interno dentro del PRO, particularmente en un contexto donde el tratamiento de Ficha Limpia era percibido como una bandera clave en la lucha contra la corrupción.