El ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, participó este martes de una reunión con la cúpula de la Unión Industrial Argentina (UIA), donde abordó las reformas implementadas y escuchó los reclamos de los empresarios. La reunión se produjo en un clima de expectativa por el retraso en las citas del ministro de Economía, Luis Caputo, con la entidad.
Durante su intervención, Sturzenegger aseguró: «Hemos bajado el gasto, va a seguir la motosierra y el año que viene se va a crecer 5%». Sin embargo, ante los planteos de los industriales sobre problemas de competitividad externa, respondió: «Esa no es mi área». El ministro se mostró abierto a considerar algunas de las trabas planteadas, pero dejó claro que ciertas cuestiones exceden su ámbito de responsabilidad.
Los industriales insistieron en que no buscan proteccionismo, pero advirtieron sobre las dificultades que enfrentan fuera de las fábricas. «De la fábrica para adentro somos competitivos, pero hacia afuera enfrentamos impuestos, costos laborales que han crecido en dólares, problemas en infraestructura y saldos impositivos que el Estado no nos devuelve», afirmaron los representantes de la UIA.
La UIA pide un modelo con menores impuestos similar a Chile
Daniel Funes de Rioja, titular de la UIA, comentó: «Tenemos asimetrías fiscales, laborales, logísticas, crediticias. Estuvimos en Chile y nos dieron ganas de llorar cuando vimos los costos de sus puertos en comparación con lo que nos sale a nosotros». Además, señaló que este año se crearon seis nuevas tasas municipales que agravan la situación de las empresas.
Otro reclamo destacado fue el de los saldos impositivos retenidos. «En promedio, las empresas tienen saldos impositivos a favor por $525 millones cada una, que quedan meses retenidos en las oficinas de recaudación. Insistimos en la necesidad de una cuenta única para que esos saldos puedan utilizarse en el pago de otros impuestos», plantearon desde la UIA.
Los empresarios también cuestionaron la modalidad del impuesto PAIS, que termina el 22 de diciembre. Según explicaron, al anticipar el 95% del tributo, muchas empresas quedaron atrapadas con pagos de un impuesto que ya no tiene vigencia para operaciones futuras.
Al cierre del encuentro, los industriales pidieron que el Gobierno incluya en las sesiones extraordinarias del Congreso el «mini Rigi», un proyecto que ofrece beneficios fiscales a inversiones menores a 200 millones de dólares. Si bien Sturzenegger tomó nota, evitó comprometerse y reiteró que algunos de los problemas expuestos deben ser tratados por otras áreas del Gobierno.