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SOCIEDAD

Los vinos volcánicos de Sicilia

Las condiciones geológicas propias de un volcán pueden aportar cualidades invaluables en términos de mineralidad en los vinos.

Vino volcánico

Sicilia es un territorio de paisajes deslumbrantes y una profusa historia, donde el terreno accidentado y los vinos volcánicos sicilianos se encuentran con el esplendoroso mar Mediterráneo. No solamente esta isla es impresionante, sino que también constituye un destino idílico para los aficionados del vino.

Los vinos de Sicilia son un fiel reflejo de su tierra, edificada a partir de su pasado volcánico y siglos de prácticas vitivinícolas sostenibles. Estas prácticas se cuidan y defienden con ahínco por los lugareños. La estructura geológica de la isla, con su combinación de lava, ceniza y otros materiales volcánicos, concede un carácter distintivo a las uvas que se cultivan allí.

Desde las pendientes rocosas del Monte Etna hasta el paraíso que suponen las Islas Eolias, cada parte de Sicilia presenta una cultura vitivinícola única para compartir, íntimamente arraigada en su compromiso con la viticultura sostenible.

El terroir de la región vitivinícola del Etna consta de diferentes capas de suelo y rocas procedentes de las muchas erupciones que pueden ser desde recientes hasta muy antiguas. Cada flujo de lava o erupción es diferente, de modo que existen distintos tipos de modulaciones. Esto queda claramente evidenciado en los cortes transversales que se aprecian a través de la roca.

La viticultura sostenible: el misticismo del Monte Etna

Fácilmente, el Monte Etna representa la joya de la corona de Sicilia. En la actualidad es uno de los volcanes más activos del mundo y supone un punto focal de la viticulutra siciliana. Especialmente si se considera el aspecto de sustentabilidad en la producción de excepcionales vinos volcánicos.

El vino proveniente de los alrededores del Etna es prominentemente diverso y un reflejo directo del área de la montaña en que crece. Efectivamente, las laderas norte y sur, por ejemplo, ofrecen diferentes ambientes para la viticultura, cada una de las cuales dando como resultado vinos volcánicos con características únicas.

La ladera sur

La región sur de este volcán se asienta en la costa este de la isla. La brisa marítima y el esplendor del sol combinados con la altitud de la montaña crean una sinfonía de cualidades. Estos factores contribuyen al sabor único de los vinos producidos en la ladera sur. Algunos ejemplares son el Etna Rosso, elaborado a partir de uvas Nerello Mascalese y Nerello Cappuccio, que descolla con sabores de frutos rojos y mineralidad volcánica.

El Etna Bianco, por su parte, elaborado con uvas Carricante y Catarratto, es reconocido por su sabor cítrico y sus notas frutales, los cuales se complementan con una calidad mineral que aporta frescura. Estos sabores son un resultado directo de la tierra, la altura y la exposición al sol que serían absolutamente difíciles de replicar en cualquier otro sitio del mundo.

La ladera norte

En contraste, los vinos provenientes de la ladera norte se consideran usualmente más delicados. Esta cara del Monte Etna tiende más hacia el interior, de modo que es frecuentemente es más fresco en su temperatura media. Por otro lado, su distancia respecto al mar crea un clima que difiere de manera notable con el de la ladera sur.

Los vinos resultantes presentan perfiles marcadamente más distantes respecto de aquellos procedentes del sur. Así, por ejemplo, el Etna Rosso del norte incluye características florales y frutales. En el otro extremo, el Etna Bianco exhibe una acidez elevada y sabores frutales excéntricos.

El clima de una región sienta las bases de la identidad de cualquier vino. Cada ejemplar es una huella de la tierra donde se desarrolló. Ser capaces de explorar estas diferencias en una sola montaña es una experiencia poco común que el Monte Etna ofrece con gusto. La posibilidad de explorar las prácticas vitivinícolas naturales y tradicionales en este entorno muestra a los viajeros exactamente cuán estrechamente se vinculan con las personas, la tierra y el vino.