Bitcoin superó este lunes los 108.000 dólares, estableciendo un nuevo récord histórico en su cotización, tras haber alcanzado los 106.000 dólares en la noche del domingo. El hito refleja un renovado optimismo en el mercado cripto y promete un horizonte aún más alentador de cara a 2025, impulsado por factores económicos, políticos y tecnológicos clave. La consolidación de Donald Trump como presidente electo de Estados Unidos, con sus declaraciones en favor del sector, también fortaleció el sentimiento alcista: “Estados Unidos será la capital cripto del planeta”, afirmó en su campaña, prometiendo además explorar la integración de bitcoin en la Reserva Federal.
Este escenario llevó a los analistas a destacar el momento histórico y a proyectar un futuro de crecimiento sostenido para la criptomoneda. Alejandro Estrin, country manager de OKX Argentina, celebró este fenómeno: “Estos logros son un testimonio de la resistencia y la convicción de la comunidad bitcoin y el reconocimiento del valor de bitcoin en el mundo financiero en general. La adopción global y el fortalecimiento de sus normativas están consolidando un mercado más maduro”. Además, señaló que los factores actuales que impulsaron la suba no serán los mismos que llevarán al próximo nivel de crecimiento en 2025, augurando nuevos hitos por alcanzar.
Escasez y demanda: los motores de la suba
Uno de los motivos detrás del avance de bitcoin, según Julián Colombo, director general de Bitso Argentina, es la creciente escasez de la criptomoneda en el mercado global. El fuerte interés de los inversores en los ETF de bitcoin, que registran ingresos récord de capital, ha generado una menor oferta en algunas plataformas. “Hay compras muy agresivas en los ETFs de bitcoin, lo que empuja el precio al alza debido a la falta de disponibilidad”, explicó Colombo.
Otro factor relevante es el “miedo a quedarse afuera” por parte de inversores individuales e institucionales, que aceleran sus movimientos para capturar las ganancias. A esto se suma un contexto global marcado por tensiones económicas y políticas, que debilitan la confianza en monedas tradicionales como el dólar. “Bitcoin se refuerza como reserva de valor, sobre todo en mercados emergentes, donde la confianza en las monedas locales sigue siendo muy baja”, agregó Colombo.
El reciente ingreso de MicroStrategy al índice Nasdaq 100 también jugó un rol determinante al vincular aún más la criptomoneda con los mercados financieros tradicionales, fortaleciendo su adopción como activo legítimo y diversificado en carteras globales.
Un año de crecimiento explosivo
En lo que va de 2024, bitcoin acumula un crecimiento del 130%, un desempeño que, según los analistas, está impulsando a la criptomoneda hacia su adopción global definitiva. Desde Binance, destacaron que la entrada de capital a los ETFs de bitcoin ya superó a los flujos dirigidos a los ETFs de oro, lo que subraya el rol creciente de las criptomonedas como alternativa de inversión. “Esto es un testimonio del creciente papel de las criptomonedas en las finanzas y su integración más profunda con instituciones y sistemas tradicionales”, analizaron.
El contexto macroeconómico global también contribuyó al fenómeno. Con la Reserva Federal flexibilizando su política monetaria y comenzando a recortar tasas de interés, los inversores encontraron refugio en activos percibidos como escasos y resistentes a la inflación, como bitcoin. “La liquidez global en aumento y la protección del poder adquisitivo están dirigiendo el capital hacia las criptomonedas”, señalaron desde Binance.
Blockchain y grandes jugadores
El avance de bitcoin no puede separarse del creciente interés en la tecnología blockchain por parte de actores globales como BlackRock, JP Morgan e IBM. Estas corporaciones están integrando la tecnología en sus operaciones para mejorar la eficiencia y la seguridad de sus sistemas, validando su utilidad y reforzando la confianza del mercado.
Sin embargo, Alejandro Estrin advirtió sobre los desafíos futuros: “Es crucial mantener una perspectiva cautelosa. El mercado sigue siendo impredecible y su esencia es la volatilidad. Es importante adaptarse a estos movimientos sin perder la visión a largo plazo”.
Proyecciones para 2025
De cara a los próximos meses, los analistas coinciden en que bitcoin podría alcanzar nuevos máximos históricos, impulsado por una combinación de factores económicos, políticos y de adopción tecnológica. La expectativa de una mayor regulación, sumada a políticas pro-cripto en Estados Unidos y otros países, podría consolidar a bitcoin como una de las principales reservas de valor en el mundo financiero.
El panorama, sin embargo, no está exento de riesgos. La volatilidad inherente al mercado cripto, junto con eventuales factores macroeconómicos y tensiones políticas, podría generar correcciones temporales en la cotización. Aun así, la tendencia general parece mantenerse firme: bitcoin sigue imparable y promete nuevas subas que podrían marcar un punto de inflexión definitivo en 2025.