Los vinos chilenos gozan de un prestigio sobrado en el mercado internacional. Su historia se remonta al siglo XVI, cuando los colonos españoles arribaron al territorio. Estos colonos trajeron consigo las primeras vides que posteriormente habrían de cultivarse en la zona.
Durante el período colonial, la producción de vinos chilenos se enfocó principalmente en el consumo local y, en segundo plano, en la exportación a otras colonias españolas.
Posteriormente, en el siglo XIX, durante las guerras por la independencia, la producción de vino en Chile creció exponencialmente como producto de la detección de los independentistas respecto al potencial de su calidad. Principalmente, además de Santiago, la región de Maipo devino un centro vitivinícola de relevancia para el porvenir de la industria.
Por otro lado, a fines del siglo XIX y principios del XX, se vivió una oleada migratoria consecuente con las políticas argentinas que implicó una fuerte renovación, ya que los inmigrantes europeos trajeron consigo nuevas variedades de uva e, incluso, nuevas técnicas de producción.
Ya entrado el siglo XX, la industria vitivinícola chilena experimentó una serie de procesos de expansión y de modernización, las cuales habilitaron la mejora en la calidad de los vinos chilenos. En la actualidad, Chile supone uno de los principales países productores de vino del mundo.
El prestigio del jurado
Wine Spectator es una de las revistas especializadas más prestigiosa en lo que respecta a vinos a nivel mundial. De origen norteamericana, la publicación cuenta con más de 30 años de trayectoria y, para muchos, supone la más relevante influyente dentro de la industria del vino. Bob Morrisey fue el encargado de fundar la revista en el año 1976. Tres años más tarde el empresario Marvin R. Shanken adquiere los derechos y da inicio a su publicación. Actualmente, Wine Spectator tiene una circulación de 2,2 millones de ejemplares.
Cada año, la revista publica un listado con los cien mejores vinos del mundo, los cuales son cuidadosamente seleccionados por un equipo de sommeliers. En dicha lista, los vinos se evalúan en una escala que oscila entre los 85 a los cien puntos. A los vinos que califican entre 90 y 95 se los denomina en términos de «sobresalientes». Por otro lado, aquellos situados entre los 96 a los cien puntos se los califica como «clásicos».
En el año 1986, la revista organizó y auspició la Wine Spectator Wine Tasting con motivo del décimo aniversario del histórica Cata de Paris de 1976. Allí, en una jornada histórica, los vinos del Valle de Napa superaron a los vinos franceses en una cata a ciegas.
El veredicto de los expertos
Este año, el vino Don Melchor 2021 Cabernet Sauvignon, de la viña Don Melchor, filial de Viña Concha y Toro consiguió el puntaje máximo, cerrado en 96 puntos, lo cual le confirió el primer lugar del ‘Top 100 Wines of 2024’. Tras este logro, la marca contó los secretos de este vino. De acuerdo con Don Melchor, parte del mérito tiene que ver con el hecho de que cuentan un experto como el enólogo Enrique Tirado, que durante más de 20 años se desempeñó como referente de la vinicultura chilena.
Asimismo, señalaron que, independientemente del año, Don Melchor es consecuencia directa de su terroir, es decir, todos aquellos factores naturales y humanos que intervienen en la elaboración del vino e influyen en su sabor. En efecto, Puente Alto, Chile, con la influencia que recibe de la Cordillera de los Andes constituye una zona privilegiada para la producción de vinos Cabernet Sauvignon.
La mezcla definitiva del vino Don Melchor 2021 incluye en su constitución un 93% de Cabernet Sauvignon, un 4% de Cabernet Franc y un 3% de Merlot. Una vez elaborado, se lo dejó por un total de 15 meses en barricas de roble francés, de los cuales, un 68% corresponde a barricas nuevas y el 32% restante a barricas de segundo uso. Posteriormente, continuó su guarda a lo largo de un año más.