El gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, ha intensificado su enfrentamiento con la Corte Suprema de Justicia, luego de que el máximo tribunal declarara inconstitucional la cláusula que permite las reelecciones indefinidas en la provincia. Insfrán, quien ocupa el cargo desde 1995 y se encuentra en su octavo mandato, aseguró: «Ningún porteño nos va a indicar quién va a ser nuestro representante, el pueblo de Formosa va a elegir».
La Corte Suprema, por unanimidad, resolvió que la cláusula de la Constitución provincial que habilitaba la reelección indefinida contradecía el principio republicano de gobierno establecido en la Constitución Nacional. El fallo surge en respuesta a un amparo presentado por la Confederación Frente Amplio Formoseño, que denunció la perpetuación en el poder como una violación al sistema democrático.
Los jueces Horacio Rosatti, Ricardo Lorenzetti, Carlos Rosenkrantz y Juan Carlos Maqueda destacaron que «la perpetuación en el poder erosiona el principio de separación de poderes» y subrayaron la importancia de la alternancia en el poder como una garantía fundamental de los valores democráticos.
Insfrán, sin embargo, minimizó la decisión del tribunal, argumentando que la medida es «un tiro de gracia al federalismo». Durante un acto público en el barrio Nueva Formosa, insistió en que «las provincias son preexistentes a la Nación» y afirmó que su gobierno cumplirá con la sentencia, aunque adelantó un plan que le permitiría seguir en el poder.
El plan de Insfrán para perpetuarse en el poder
Anticipando un fallo adverso, la Legislatura formoseña aprobó en octubre un proyecto para reformar la Constitución provincial. Este movimiento estratégico busca declarar la necesidad de una reforma total de la Carta Magna, lo que permitiría establecer nuevas disposiciones sobre los derechos políticos de elegir y ser elegidos. Insfrán tiene un año para convocar a una convención constituyente que trate el nuevo texto constitucional. Si logra esta reforma, el fallo de la Corte podría quedar sin efecto práctico.
«Ayer algunos se pusieron contentos porque la Corte Suprema sacó un fallo. Me alegro, pero nosotros en octubre sacamos la necesidad de la reforma de nuestra Constitución y con orgullo vengo a decirles que, una vez más, defendimos los intereses de cada uno de nosotros», dijo Insfrán ante sus seguidores.
Críticas y reacciones a nivel nacional
El desafío de Insfrán a la Corte Suprema ha generado una ola de críticas. Desde la oposición formoseña celebraron el fallo como una victoria de la democracia, aunque reconocen que la estrategia del gobernador podría complicar la implementación efectiva del límite a las reelecciones. Mientras tanto, en el ámbito político nacional, la decisión de la Corte ha reavivado el debate sobre la necesidad de limitar las reelecciones en otras provincias.
Por otro lado, Insfrán buscó posicionarse como un defensor del federalismo, argumentando que las críticas hacia su gestión no son ataques personales, sino cuestionamientos al «modelo formoseño», al que describió como un sistema que prioriza la justicia social y la equidad. «Este modelo tiene como principal objetivo la justicia social y la equidad», afirmó en un acto organizado por el Instituto Universitario Formoseño.
Perspectivas futuras
Con 29 años al frente de la provincia, Insfrán enfrenta el posible final de su carrera política al mando del Ejecutivo provincial. Aunque asegura que cumplirá con el fallo, su estrategia de reforma constitucional pone en duda el alcance real de la decisión de la Corte Suprema. Mientras tanto, su retórica desafiante y su habilidad para maniobrar políticamente mantienen a Formosa como un caso emblemático en el debate sobre las graves consecuencias de la falta de alternancia en el poder.
La atención está ahora puesta en cómo avanzará la reforma constitucional propuesta por Insfrán y si logrará superar los obstáculos legales y políticos para seguir consolidando su posición en el escenario formoseño.