Con el inicio de operaciones de la Planta Compresora Mercedes, la Argentina da un paso significativo hacia la autosuficiencia energética y la optimización del uso de los recursos de Vaca Muerta. Este desarrollo permitirá aumentar la capacidad de transporte del Gasoducto Mercedes-Cardales en 6 millones de metros cúbicos diarios (MMm3/d), llevando el volumen total a 15 MMm3/d y generando un ahorro proyectado de USD 6 millones diarios al reducir la dependencia de importaciones de combustibles líquidos y Gas Natural Licuado (GNL).
La planta, que comenzó a operar bajo la supervisión de la empresa estatal Energía Argentina (Enarsa), enfrentó múltiples obstáculos desde su concepción. Cuando el nuevo gobierno asumió en diciembre de 2023, la obra se encontraba en un 60% de avance. A pesar de su estado incompleto, la administración actual decidió priorizar su finalización debido a su importancia estratégica para el sistema energético nacional.
Entre los desafíos más relevantes estuvieron los retrasos en la aprobación de SIRAS, complicaciones para la importación de materiales clave, y deudas pendientes con contratistas, que incluían USD 2 millones en pagos atrasados y una actualización de precios de USD 4,5 millones desde enero de 2023. Estas dificultades se desarrollaron en un contexto de ajuste fiscal que llevó al gobierno a anunciar que, en el futuro, este tipo de infraestructuras serán ejecutadas por el sector privado.
Impacto en la red de transporte de gas
La Planta Compresora Mercedes, junto con el Gasoducto Mercedes-Cardales, es parte de un esquema integral que conecta los sistemas de transporte de alta presión operados por TGS y TGN. Este proyecto no solo refuerza la seguridad energética en los grandes centros urbanos como el Gran Buenos Aires, sino que también incrementa la capacidad de exportación hacia mercados regionales como Chile y Brasil, una vez satisfecha la demanda local.
Durante el verano, la ampliación permitirá sustituir combustibles líquidos en la generación termoeléctrica en Santa Fe y el norte de Buenos Aires, mientras que en invierno reducirá significativamente la necesidad de importaciones de GNL. Según datos de Enarsa, esta mejora se traduce en un ahorro acumulado de USD 421 millones en importaciones de energía desde julio hasta septiembre de 2023, cifra que se espera aumentar con la nueva infraestructura.
El rol de Vaca Muerta y las proyecciones futuras
El proyecto de Mercedes es una pieza clave en un plan más amplio que incluye la reversión del Gasoducto Norte, previsto para operar con gas de Vaca Muerta en mayo de 2024. Este desarrollo permitirá abastecer a siete provincias del norte argentino que actualmente dependen de importaciones desde Bolivia. En paralelo, se avanza con la ampliación del Gasoducto Perito Moreno, una iniciativa privada que requerirá una inversión de USD 500 millones y aumentará la capacidad de transporte en 14 MMm3/d, consolidando a Vaca Muerta como el núcleo energético del país.
La infraestructura de Mercedes-Cardales también es fundamental para atender la creciente demanda energética del país, especialmente en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). En invierno, los picos de consumo llegan a 12.000 MW en esta región, y esta planta contribuirá a garantizar un suministro confiable. Además, la obra apoya la competitividad industrial al reducir costos energéticos en zonas productivas clave.
Argentina en el mapa energético regional
En un contexto global donde los precios de la energía están en constante fluctuación, la puesta en marcha de la Planta Compresora Mercedes y su conexión con el sistema troncal consolida a la Argentina como un actor destacado en el mapa energético regional. Este avance no solo garantiza la cobertura de la demanda interna, sino que también abre puertas para una mayor participación en mercados internacionales, posicionando a Vaca Muerta como un recurso estratégico de alcance global.