La posibilidad de un desdoblamiento electoral en la provincia de Buenos Aires, propuesta por Axel Kicillof, parece desvanecerse en medio de las tensiones con Cristina Kirchner y La Cámpora. Mientras el gobernador sigue sin definir el cronograma electoral, los intendentes peronistas comienzan a asumir que los comicios serán concurrentes, es decir, con fechas unificadas pero con urnas separadas debido a la implementación de la boleta única para los cargos nacionales.
Tras la reunión del Consejo Provincial del PJ en Moreno, liderada por Máximo Kirchner, Kicillof se ausentó de la asunción de Cristina como presidenta del partido, optando en cambio por mostrarse con Jorge Ferraresi, un intendente enfrentado con La Cámpora. En ese contexto, el gobernador lanzó una frase que resonó en el espacio político: “Tengo la obligación de ponerme al hombro la construcción de un frente político”.
El posible adelantamiento de las elecciones para legisladores provinciales y concejales habría profundizado las divisiones en Unión por la Patria, con la posibilidad de listas separadas y un impacto directo en los bloques legislativos y el gabinete bonaerense, donde varios ministros responden a Cristina Kirchner.
Sin embargo, en el entorno de Kicillof aseguraron que no habrá definiciones hasta que se resuelva el futuro de las PASO nacionales, un tema que quedó en suspenso tras la cancelación de las sesiones extraordinarias en el Congreso. Este contexto complica la implementación de un esquema de cuatro elecciones, o tres si las primarias y las generales se unificaran, y reduce las posibilidades de un protagonismo mayor para el gobernador en la campaña provincial.
Cristina Kirchner y sus críticas veladas
En su asunción como presidente del PJ, Kirchner lanzó dardos implícitos contra Kicillof, acusando a algunos dirigentes del peronismo de actuar como “militantes electorales” y haciendo referencia a la “soberbia de los jóvenes”. Estas palabras, junto con su rechazo público al desdoblamiento electoral, evidencian las tensiones entre ambos líderes.
Por otro lado, gestos como la visita de Andrés Larroque a Esteban Echeverría para entregar equipamiento escolar, un municipio liderado por Fernando Gray, también crítico de La Cámpora, subrayan las fracturas internas. Sin embargo, los recursos provinciales no han logrado disipar las críticas de intendentes que sienten que la gestión bonaerense solo se acerca en tiempos de definiciones políticas.
El dilema de Kicillof
Aunque Kicillof había dado señales de considerar el desdoblamiento electoral, los cálculos políticos parecen inclinarse hacia una postura de conciliación con el kirchnerismo. “Axel y Cristina comparten el mismo electorado, no tiene margen para romper”, expresó con resignación uno de los intendentes que impulsaban esta medida.
El futuro del cronograma electoral en la provincia de Buenos Aires sigue siendo incierto, pero las señales indican que Kicillof priorizará la unidad del espacio, incluso a costa de su autonomía política. Mientras tanto, el peronismo enfrenta el desafío de recomponer sus alianzas internas y definir su estrategia electoral en un contexto de tensiones y desafíos compartidos.