Un reciente estudio realizado por la consultora Prosumia dejó al descubierto un panorama desalentador para Máximo Kirchner dentro del Partido Justicialista (PJ). El relevamiento, que evaluó a ocho referentes del peronismo a nivel nacional y en el Gran Buenos Aires, ubicó al líder camporista en los últimos puestos de preferencia entre los afiliados del partido, consolidando una caída de su influencia en un espacio donde históricamente había tenido un fuerte respaldo.
Según los datos de Prosumia, el titular del PJ bonaerense apenas logró posicionarse en el penúltimo lugar en el Gran Buenos Aires, con un 41% de imagen positiva y un 29% de negativa. A nivel nacional, su situación es aún más preocupante: quedó último, con un 35% de apoyo frente a un 36% de rechazo. En el «resto del país», la tendencia se acentúa con un balance de 33% de positiva y 39% de negativa, posicionándolo en el peor lugar entre los evaluados.
El contraste es evidente si se compara con el gobernador Axel Kicillof, quien lidera las tablas en todas las categorías, tanto en el ámbito nacional como en el Conurbano. Este dato subraya una creciente brecha entre las figuras del peronismo que buscan consolidar su liderazgo interno.
Percepciones dentro del PJ
El informe clasifica a los referentes del PJ en tres grupos principales. El primero, denominado «Los herederos de La Cámpora», incluye a figuras como Kirchner y Wado de Pedro. Mientras que Wado obtuvo una valoración positiva del 63% a nivel nacional, casi duplicando a Máximo, ambos enfrentan el desafío de trascender la estructura partidaria y ampliar su base de apoyo. El segundo grupo está compuesto por los que tienen «Proyección desde el Conurbano», destacándose Mayra Mendoza y Federico Achával.
Mendoza, identificada con La Cámpora, registra un 42% de imagen positiva y un 18% de negativa a nivel nacional. Achával, con menor conocimiento público, tiene una percepción positiva notable con un balance de +19% y -2%. Por último, el tercer grupo, «Los Federales», está representado por Natalia de la Sota y Sergio Uñac. De la Sota lidera este segmento con un 32% de apoyo y un 4% de rechazo, mientras que Uñac se mantiene en posiciones más discretas con +23% y -9%.
El desafío de Máximo y el peronismo
La caída de Kirchner en estas mediciones pone en evidencia las tensiones internas en el PJ y las dificultades para consolidar su liderazgo, incluso en su propio territorio. La falta de apoyo en el Gran Buenos Aires, cuna del peronismo y base clave de La Cámpora, deja al heredero de Néstor y Cristina en una posición debilitada frente a sus competidores.
Mientras tanto, el gobernador Kicillof se consolida como el principal referente dentro del partido, liderando todas las categorías evaluadas. Este posicionamiento no solo refuerza su figura de cara a futuros desafíos electorales, sino que también subraya el descontento hacia otros sectores del PJ, como el representado por Máximo.
Con las elecciones de 2025 en el horizonte, el peronismo enfrenta una encrucijada en su intento por reorganizarse y mantener su relevancia en el escenario político. La encuesta no solo es un golpe para Máximo Kirchner, sino también un llamado de atención para toda la estructura camporista.