En la mañana del 25 de diciembre, un control de alcoholemia realizado en la intersección de Avenida del Libertador y Callao, en el barrio porteño de Recoleta, terminó con una agente de tránsito atropellada. El incidente ocurrió mientras la inspectora cumplía sus funciones, en una jornada marcada por controles reforzados debido a los festejos navideños.
La conductora, a la que no pudieron hacerle el test, se descompuso y perdió brevemente el conocimiento. Según los servicios de emergencia, se debió a un cuadro de lipotimia por el que también debió ser atendida por el SAME.
Las autoridades informaron extraoficialmente que la conductora embistió a la agente cuando esta le solicitó que se detuviera para realizar el control. Tras el impacto, la inspectora fue trasladada al Hospital Fernández con una lesión en una de sus piernas. Afortunadamente, los médicos indicaron que se encuentra fuera de peligro y en proceso de recuperación.
Polémica con los diplomáticos rusos
Este episodio ocurre en medio de un operativo que ya había generado controversia debido a un incidente con funcionarios de la Embajada de Rusia. Horas antes, miembros de la delegación diplomática protagonizaron un enfrentamiento con la Policía de la Ciudad cuando se negaron a someterse a los controles de alcoholemia. Según trascendió, uno de los vehículos involucrados, un Volkswagen Bora con patente diplomática, era conducido por un secretario de la Embajada rusa que, inicialmente, se negó a presentar su documentación.
El caso escaló cuando otro ciudadano ruso, también empleado de la embajada, llegó al lugar en un segundo vehículo, repitiendo la negativa a colaborar. La situación fue finalmente resuelta con la intervención de la Policía Federal y de un transeúnte que, dominando el idioma ruso, logró mediar con los conductores para que entregaran los documentos requeridos.
El foco en la seguridad vial
Más allá de la controversia diplomática, el episodio del atropello a la agente de tránsito vuelve a poner en el centro del debate la seguridad vial y el respeto a las normas de tránsito. Los controles de alcoholemia se intensifican durante las festividades de fin de año como medida preventiva para evitar accidentes en las calles de la ciudad. Sin embargo, los hechos ocurridos en Recoleta demuestran que aún persisten actitudes irresponsables que ponen en riesgo tanto a los agentes como a los ciudadanos.
Las autoridades de tránsito y la Policía de la Ciudad continúan investigando ambos incidentes. Mientras tanto, se espera un pronunciamiento oficial de CABA sobre las medidas. Por el momento, la prioridad está en la recuperación de la agente atropellada y en garantizar que se esclarezcan las circunstancias de lo ocurrido.