El Salvador aumenta su tesoro, sumó ayer 11 nuevos bitcoin (BTC) , alcanzando un total de 6.022 BTC, valorados en más de 560 millones de dólares al momento de redactar esta nota. El anuncio fue realizado por el presidente Nayib Bukele a través de la red social X, en un contexto donde la estrategia de acumulación de criptomonedas sigue desafiando las críticas internacionales.
“El Salvador ha acelerado sus compras, como mencioné hace semanas”, destacó Stacy Herbert en X, donde también recordó que las adquisiciones están respaldadas por un préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI). A pesar del acuerdo, Bitcoin dejó de ser moneda de curso obligatorio, un cambio que, lejos de debilitar la estrategia, parece haberla reforzado.
Resultados sólidos en medio de la incertidumbre
Según Nayib Tracker, el portafolio de Bitcoin del país muestra un rendimiento acumulado del 104,28%. Este crecimiento reafirma el potencial de la criptomoneda como inversión estratégica, especialmente frente a las especulaciones negativas que surgieron tras el acuerdo con el FMI. De hecho, el 19 de diciembre, El Salvador sumó la misma cantidad de BTC, demostrando consistencia en su política económica.
El Salvador aumenta su tesoro y ocupa actualmente el sexto lugar mundial en reservas de Bitcoin, según el sitio Bitcoin Treasuries. Este posicionamiento no solo destaca la magnitud de las inversiones, sino también la capacidad del país para aprovechar las caídas en el precio del BTC y realizar compras significativas, como las efectuadas en 2022 cuando la criptomoneda rondaba los 19.000 dólares.
Futuro prometedor para la estrategia Bitcoin
A pesar de las críticas iniciales, el gobierno salvadoreño mantiene su compromiso con las compras diarias de Bitcoin, complementadas por iniciativas como la Oficina de Bitcoin y el programa educativo CUBO+, orientado a formar talentos de élite en blockchain. Herbert subrayó que el acuerdo con el FMI no afectará estos proyectos, una postura que refuerza la independencia de la estrategia.
El éxito de El Salvador radica en su enfoque resiliente frente al escepticismo global. Desde 2021, las adquisiciones constantes han generado no solo beneficios financieros, sino también un impacto en la percepción de las criptomonedas como herramienta para economías emergentes.
Bukele sigue firme en su visión, confiando en que el Bitcoin será un pilar clave para la atracción de inversiones y el desarrollo económico del país. “Las críticas no han frenado nuestro avance; seguimos apostando al futuro”, expresó el presidente en reiteradas ocasiones.
