No hay dudas de que Mario Massaccesi es una de las figuras más importantes del periodismo argentino, y es que además de tener una extensa trayectoria, se trata de uno de los periodistas más queridos por la gente. Y es que el público está siempre pendiente de lo que sucede en la vida del conductor de Cuestión de Peso.
En una reciente entrevista para La Nación Mario Massaccesi abrió las puertas de su casa y se animó a enseñar el interior de su hogar a todos sus seguidores. El periodista contó todo sobre su querido primer piso art déco, en el cual, según contó, combinó muebles clásicos con piezas de diseño y vintage, las cuales recolectó en sus viajes por el mundo.
“Llegué al departamento hace once años. Antes, había visto otros cinco o seis, pero algo en este me llamó. Me gustó la sensación de amplitud, es una especie de loft antiguo”, contó Mario Massaccesi sobre este edificio de los años treinta diseñado por el arquitecto Alejandro Virasoro. Son las grandes aberturas las que logran que este ambiente sea tan iluminado.
“El día de la mudanza estaba pasado de estrés, llovía a cántaros: fue el día que se inundó La Plata. Me empecé a sentir muy mal, fui al sanatorio y me dejaron internado una semana”, recordó Mario Massaccesi. “Esta casa está hecha con mucho amor y, sobre todo, ingenio. Hay cosas de pulguerío, de casas de remates, muebles de la calle. Me encanta lo reciclado: partir de algo que aparentemente ya no sirve para darle utilidad y una nueva vida”, manifestó.
“Un pendiente es hacer pulir el mármol de Carrara de la mesa, que se marca con todo lo que uno apoya. Pero tampoco me quita el sueño. A mí, las casas-museo, las casas donde todo es impecable, me aburren. Vi la regla de agrimensura en una tienda de decoración muy cara y me obsesioné. La terminé consiguiendo por internet a una décima parte; estaba llena de grasa y óxido, pero la recuperamos”, relató.
Sobre la estatua que tiene en la puerta de su habitación, Mario Massaccesi señaló: “¡Adoro mi galgo! Lo vi publicado en internet y me fui a buscarlo en taxi hasta Bancalari. Estaba todo pintado de azul (¡quién sabe dónde lo habrían tenido!). No bien llegué, lo metí en la bañadera y con una esponja le saqué todo lo que pude. Hoy custodia la entrada a mi cuarto”.
“Aunque es un primer piso sobre avenida Santa Fe, el doble vidrio que le pusimos a las ventanas lo convirtió en un lugar calmo y silencioso”, dijo sobre su hogar. Finalmente, Mario Massaccesi confesó: “Como compañero de viaje, soy insoportable: enseguida insisto con ir a algún mercado de pulgas a pescar cositas únicas para traerme a casa”.
