La mañana de este martes se vivió tensión en la sede central de PAMI, ubicada en la Avenida Corrientes 650, cuando un grupo de 50 empleados se encontró con que no podían fichar para ingresar a sus puestos de trabajo. Según denunciaron, el sistema rechazaba sus huellas dactilares, lo que levantó sospechas de una ola de despidos que aún no ha sido comunicada oficialmente.
De acuerdo a datos de la agencia NA, se presume que la cantidad total de afectados sería de 200 trabajadores, aunque por el momento no hay confirmación oficial por parte de las autoridades del organismo. Los empleados que no pudieron acceder al edificio manifestaron su preocupación y decidieron concentrarse en el hall central, mientras aguardaban explicaciones por parte de sus superiores.
La situación escaló cuando el personal de seguridad privada del edificio impidió el ingreso de los trabajadores al interior del PAMI central. Esta medida provocó mayor incertidumbre y alimentó las sospechas de que los despidos serían inminentes, aunque no hayan sido notificados formalmente.
Por su parte, delegados de la Unión de Personal Civil de la Nación (UPCN), gremio que representa a los trabajadores del sector, se abstuvieron de hacer declaraciones públicas. «Estamos esperando a la secretaria del gremio para confirmar la cantidad efectiva de despidos», señalaron representantes sindicales consultados por Noticias Argentinas.
Los despidos en PAMI crecen en distintas zonas del país
Esta no sería la primera vez que PAMI enfrenta denuncias por despidos masivos. En los últimos meses, distintas agrupaciones gremiales han advertido sobre ajustes en el personal que afectarían el normal funcionamiento del organismo. Desde PAMI no se emitió ningún comunicado oficial sobre lo sucedido. Mientras tanto, los empleados siguen a la espera de respuestas que aclaren la situación y brinden certezas sobre su futuro laboral.
