La Confederación General del Trabajo (CGT), uno de los actores clave en la representación laboral del país, salió al cruce del Gobierno ante la propuesta de discutir aumentos salariales por empresa y no por gremios. La medida, impulsada por la gestión de Javier Milei, busca mantener los aumentos salariales por debajo del 1% mensual en los primeros meses del año, con el objetivo de frenar la inflación. Sin embargo, la nueva dirigencia de la CGT defiende paritarias y se mostró tajante en su rechazo.
Octavio Argüello, dirigente sindical cercano a Hugo Moyano y actual cosecretario de la CGT, advirtió que la decisión oficial podría incrementar la conflictividad social. «La inflación no va a ser cero, así que la discusión salarial nunca puede ser cero», afirmó, subrayando que no aceptarán recortes en el poder adquisitivo de los trabajadores.
El rechazo a negociar por empresa
Uno de los puntos de mayor discordia en la discusión es el planteo del Gobierno de que las negociaciones salariales se den por empresa, en lugar de por organización gremial. «Por empresas no va a haber discusiones, se va a discutir por organización gremial», remarcó Argüello, asegurando que las paritarias siguen siendo la herramienta clave para la defensa de los trabajadores. La propuesta oficialista, según el dirigente, no solo es una imposición, sino que podría desvirtuar el derecho a la negociación colectiva.
En el marco de la actual tensión, Argüello anticipó que la CGT tiene previsto un «plan de lucha» si el Gobierno no ofrece una solución satisfactoria. «La semana que viene tenemos una reunión y ahí vamos a empezar a hablar. Está en el corto plazo hacerlo», señaló, dejando claro que la situación podría escalar si no hay respuestas positivas por parte de las autoridades.
La amenaza de congelamiento de salarios
La central obrera también salió a rechazar lo que considera un intento del Gobierno de congelar las paritarias. Argüello recordó que en el pasado, medidas similares ya fueron implementadas por otros gobiernos y resultaron en efectos negativos para la economía de los trabajadores. «Nosotros vamos a seguir discutiendo paritarias. Si el Gobierno se opone, seguramente irá creciendo la conflictividad social«, alertó.
A pesar de este enfrentamiento, la CGT mantiene la puerta abierta a la negociación. Tras los paros generales de años anteriores, la nueva conducción de los camioneros busca una relación más dialoguista con el Gobierno, pero también deja claro que no permitirán que se pierda poder adquisitivo. «No vamos a aceptar que se pierda poder adquisitivo, que ya bastante hemos perdido», afirmó Argüello.
Un futuro incierto para las paritarias
La disputa sobre la modalidad de negociación salarial refleja la creciente polarización entre los sindicatos y el Gobierno de Javier Milei. Según los dirigentes sindicales, la decisión de cambiar la metodología de las paritarias puede generar un clima de mayor conflictividad y desconfianza entre las partes. En este contexto, Argüello recalcó que, si el Gobierno decide avanzar con su propuesta sin consensuar con los gremios, la conflictividad será inevitable.
La CGT defiende paritarias se mantiene firme en la negociación gremial, alertando sobre un posible aumento de las tensiones sociales y laborales. «La última herramienta que tenemos es el conflicto», concluyó Argüello, subrayando que los trabajadores no se quedarán de brazos cruzados si sus derechos se ven amenazados.