La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, justificó la instalación de un alambrado de 200 metros en la frontera de Aguas Blancas, Salta, como una acción clave para combatir el ingreso de cocaína al país. La medida, que ha generado diversas reacciones, busca frenar el accionar del crimen organizado en una de las zonas más críticas del tráfico de drogas en Argentina.
“Es el punto más álgido de entrada de cocaína al país. Este paso fronterizo estaba completamente descontrolado, con bandas criminales asentadas, enfrentamientos violentos y muertes de sicarios”, afirmó Bullrich durante una entrevista en LN+.
La decisión de reforzar la seguridad en Aguas Blancas forma parte de un plan estratégico coordinado entre el Gobierno Nacional, la provincia de Salta y el interventor de la localidad, Adrián Zigarán. Según explicó Bullrich, la medida incluye la presencia de efectivos de la Policía Federal, Prefectura Naval y Gendarmería para controlar el río y los pasos ilegales.
“Tras afianzar nuestra estrategia en Rosario, tomamos la decisión de aplicar este plan en Salta. Imaginen la gravedad de la situación: el intendente de Aguas Blancas, Carlos Martínez, tiene una causa abierta por narcotráfico. La región estaba tomada por el crimen organizado. Ahora, con las fuerzas desplegadas, logramos reducir significativamente el paso ilegal de personas y mercadería”, destacó la ministra.
Bullrich también subrayó que uno de los puntos críticos en la ciudad era una pared baja que facilitaba el cruce irregular. “Ese lugar generaba un completo descontrol. Decidimos instalar la cerca para evitar que puedan cruzar y proteger a la población. Era como tener al ladrón cuidando a las gallinas”, sentenció.
Combate contra el narcotráfico
La colocación del alambrado busca, según Bullrich, “taponar la zona por donde más droga entra” y restablecer el orden en una región históricamente dominada por redes de narcotráfico. Si bien la ministra celebró los avances logrados, reconoció que la lucha contra el crimen organizado es un proceso continuo y complejo.
“Hoy podemos decir que hay muy poca gente que pasa ilegalmente. Las medidas están funcionando, pero es fundamental mantener la presencia del Estado en estos puntos críticos para evitar que el problema resurja. Estamos enfrentando estructuras criminales muy arraigadas”, sostuvo.
La implementación del alambrado en Aguas Blancas se enmarca en una política más amplia de control fronterizo y lucha contra el narcotráfico que ha generado debate en el ámbito político y social. Mientras algunos sectores celebran la decisión como un paso necesario para garantizar la seguridad nacional, otros critican la medida por considerarla insuficiente y cuestionan su impacto en las comunidades locales.
En sus declaraciones, Bullrich también se refirió a la importancia de cuidar a las comunidades locales, muchas de las cuales habían sido víctimas directas de las bandas de narcotráfico que operaban en la región. Según la funcionaria, estas mafias no solo utilizaban la zona como corredor para el transporte de drogas, sino que también extorsionaban y sometían a los habitantes, agravando la situación de vulnerabilidad en la frontera.
Desde el Gobierno Nacional impulsamos la cerca en Aguas Blancas para cuidar a los argentinos del narcotráfico. Por eso, con el Plan Güemes incorporamos una nueva medida de refuerzo al control en la frontera, que se encontraba completamente descontrolada. https://t.co/gPPdB6eWnY
— Patricia Bullrich (@PatoBullrich) January 27, 2025