En un contexto de tensiones internas y estrategias electorales en pugna, Jorge Macri, jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, convocó a una reunión clave por Zoom con referentes del PRO. Aunque pidió confidencialidad, el contenido del encuentro rápidamente trascendió. Según fuentes cercanas, Macri no rechaza un acuerdo con el gobierno nacional, pero plantea la necesidad de discutir cómo lograrlo, especialmente tras los ataques en redes por parte de La Libertad Avanza (LLA) y las críticas de Javier Milei durante su participación en Davos.
Desde Cumelén, Mauricio Macri, acompañado del paisaje del lago Nahuel Huapi, siguió atentamente la reunión virtual antes de regresar a Buenos Aires. El expresidente está visiblemente molesto con el embate de LLA sobre la Ciudad, un territorio que considera el último bastión del macrismo. La ofensiva libertaria se ha traducido en bloqueos legislativos en la capital y movimientos internos para sumar dirigentes del PRO a sus filas.
En paralelo, Patricia Bullrich y Karina Milei, hermana del presidente, han retomado protagonismo en la estrategia libertaria tras su regreso de Estados Unidos y Suiza. Las fricciones entre el macrismo y LLA se intensifican, y dentro del PRO algunos dirigentes comienzan a buscar caminos alternativos, incluso acuerdos en distritos clave como la Provincia de Buenos Aires.
La preocupación del PRO por el vaciamiento de sus filas
La situación en el PRO es delicada. Mientras el oficialismo trabaja para captar intendentes y legisladores opositores, figuras como Néstor Grindetti y Diego Valenzuela, con vínculos históricos en el macrismo, han sido tentados por LLA. Este movimiento genera tensiones internas en el partido, donde ya se habla de una “purificación” tras las deserciones.
En la Provincia de Buenos Aires, dirigentes como Cristian Ritondo y Diego Santilli consideran explorar una alianza electoral con Milei, similar al pacto de 2013 entre el PRO y el Frente Renovador de Sergio Massa. Sin embargo, el recuerdo de acuerdos anteriores no logra unificar criterios en un momento de creciente fragmentación partidaria.
En el PRO reconocen la urgencia de frenar la fuga de dirigentes hacia LLA y la necesidad de proyectar unidad de cara a las elecciones. Sin embargo, las diferencias entre los sectores liderados por los Macri y el avance libertario complican cualquier acuerdo.
Algunos referentes cercanos al jefe de Gobierno aseguraron a TN que Jorge Macri no se opone a un entendimiento con Milei, pero advierten que las condiciones actuales son adversas. “La diáspora será infinita si no se llega a un consenso”, resumió una fuente oficial.
Mientras tanto, el expresidente Mauricio Macri sigue evaluando cómo recuperar el control en un partido que enfrenta una de las crisis más profundas desde su creación.
En este panorama, la conducción del PRO enfrenta no solo desafíos externos, sino también un complejo escenario interno. Algunos dirigentes empiezan a cuestionar abiertamente la centralidad de los Macri dentro del partido. Esto incluye reclamos sobre la falta de renovación en las estrategias y sobre el impacto de la concentración de poder en un reducido grupo de figuras históricas.
Gestión = PRO. https://t.co/8kNhMW5J82
— PRO (@proargentina) January 22, 2025