Además de tener toda la información sobre lo que sucede en las vidas de los personajes más mediáticos de la farándula argentina, en Puro Show, el ciclo conducido por Pampito y Matías Vázquez para Canal Trece, también sorprenden con la visita de las figuras más queridas del mundo del espectáculo.
En esta oportunidad le dieron la bienvenida a Adabel Guerrero, que habló de todo. En primer lugar, se refirió a su participación en SEX, la obra dirigida por José María Muscari. «La estamos rompiendo, hace cinco años que seguimos rompiéndola. Estamos bastante en bolas en el escenario. A la gente conocida del espectáculo no la podemos tocar», advirtió.
En cuanto a si alguna vez el público llegó a desubicarse, Adabel Guerrero contó: «Pasan cosas. Hay seguridad, el primero que se zarpa vuela del show. Ha pasado que Noelia (Marzol) en un momento un tipo la agarró y le bajó el corpiño. En cinco años hay pocas anécdotas. A mí una vez me pasó que yo bajé al público por un juego y un tipo me tocó, mi compañero le tiró la mesa por la cabeza».
Adabel Guerrero también opinó del tema del momento, el escandaloso triángulo amoroso entre la China Suárez, Mauro Icardi y Wanda Nara: «La quiero mucho a la China, estuve con ella grabando la segunda temporada de En el Barro. Compartimos mucho tiempo juntas, ella tuvo gestos muy lindos. Por ejemplo, cuando estábamos grabando a las cuatro de la mañana hizo llegar hamburgues para todos».
«Para meter los cuernos hacen falta dos. La China es muy buena compañera y buena onda», aseguró. En cuanto al supuesto romance entre la China Suárez y Franco Colapinto, reveló: «Ella hablaba de Colapinto en el set, pero para mí era algo natural. Dijo que era divino, un amor». «No la conozco tan en profundidad, me parece que ella está buscando alguien que la quiera de verdad y al haga sentirse una princesa», agregó.
Finalmente, Adabel Guerrero se sinceró sobre su vínculo con su padre: «Hace rato que no lo veo. Yo quise reestablecer el vínculo con Lola, para que tenga relación con al menos un abuelo. Los vínculos se hacen con el tiempo, no solo por sangre. Lleva tiempo, dedicación y paciencia. Conmigo no se logró, él vivió toda su vida en Estados Unidos y nos veíamos dos veces al año».
«No había un vínculo fraternal fuerte, y cuando vi que Lola sufría su ausencia… Un día le escribí ‘el vínculo conmigo todo bien pero si no te vas a relacionar más con Lola por mí no vengas más, pero te dejo las puertas abiertas de mi casa siempre que quieras ver a tu nieta’. Me dijo ‘que Dios nos perdone’. Esto pasó hace dos años, fue la última que hablé con mi papá», reveló.