La actual Defensora de los Niños y Adolescentes, Marisa Graham, modificó el reglamento interno de la institución para seguir en su cargo. La medida surge ante la falta de conformación de la Bicameral de Defensor de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes. Esta Bicameral, encargada de su reelección, no se conformó en 2024 debido a divergencias políticas. Graham enfrenta la cercanía del vencimiento de su mandato el 28 de febrero de 2025, después de haber asumido en 2020.
A finales de 2024, el bloque peronista impulsó un proyecto de resolución que la apoyaba, liderado por la senadora Alicia Kirchner. Sin embargo, la falta de conformación de la Bicameral impidió avanzar con este proyecto. Debido a esta situación, Graham emitió el 7 de enero una resolución interna que le permite continuar en su puesto hasta que se designe un sucesor. La resolución se ampara en la Ley N.º 26.061, que establece la continuidad de los defensores en sus funciones si no hay designación.
Modificación del reglamento: un paso necesario ante la incertidumbre
La modificación del reglamento respondió a la necesidad de evitar una acefalía en la Defensoría. Según Graham, una vacancia en el cargo podría generar problemas legales en la protección de los derechos humanos de los menores. A través de su resolución, la Defensora argumentó que la falta de un sucesor generaría incertidumbre y afectaría los procesos judiciales en curso.
En la resolución, Graham destacó los riesgos que conlleva la interrupción de las políticas públicas y judiciales para la protección de derechos de los niños y adolescentes. La modificación se presentó como una medida para asegurar que la Defensoría no pierda continuidad en sus acciones.
¿Qué pasará con la reelección de Graham?
A pesar de la resolución interna, la reelección de Graham aún no tiene un camino claro. La falta de acuerdo político sobre la conformación de la Bicameral deja pendiente su futuro en el cargo. A pesar de la medida tomada, algunos sectores critican la prórroga, ya que consideran que debería haberse aprobado por el Congreso, no por decisión de la Defensora.
El futuro de la Defensora de los Niños, Marisa Graham sigue siendo incierto, pero su modificación reglamentaria le asegura permanecer en funciones hasta que se resuelva la situación política. La medida refleja las tensiones políticas en torno al cargo y resalta la necesidad de una pronta resolución dentro del Congreso.