Nero d’Avola es el vino tinto cuya variedad de uva supone la más extendida en Sicilia, con una superficie de viñedos de más de 12.000 hectáreas. La calidad de esta vid se valora a lo largo de todo el mundo para la producción de vinos finos. El vino Nero d’Avola se comercializa tanto como un varietal único como en el formato blend junto a otros tantos vinos sicilianos DOCG, DOC e IGT. Así, por ejemplo, el reconocido Cerasuolo di Vittoria DOCG se elabora a partir de la combinación entre uvas Nero d’Avola y Frappato. Asimismo, también es habitual la mezcla con variedades francesas tales como Merlot, Cabernet Sauvignon y, sobre todo, Syrah.
Este tipo de vid se cultiva principalmente en la zona de Siracusa, pero está muy extendida a lo largo de toda Sicilia. En efecto, los vinos Nero d’Avola se producen tanto en la parte occidental de la región siciliana como en la oriental. Sin embargo, el mayor cultivo de viñedos se ubica en la zona sureste de la isla. Así pues, el área más apropiada se sitúa cerca de Siracusa, entre Avola, Noto, Eloro y Pachino. Aquí los viñedos disfrutan de un clima seco y ventoso.
La historia de Nero d’Avola en Sicilia
Si bien el origen de la vid se remonta a la Antigüedad, su fama es relativamente reciente. Aunque su segundo nombre, «Calabrese«, podría sugerir orígenes de la región de Calabria, en realidad Nero d’Avola es una uva autóctona de Sicilia. Algunos hallazgos en las laderas del volcán Etna remontan la historia de la vid a los fenicios, vinculándola con la colonización de griegos y romanos. De ese modo, el término calabrés presumiblemente deriva de dos antiguas palabras sicilianas «Calea» (uva) «Aulisi» de Avola, relacionándose con el lugar originario de surgimiento.
En el siglo XIX, con el nombre de Calabrese, el vino Nero d’Avola fue adquirido especialmente por los franceses, a quienes les encantaba mezclarlo con sus vinos tintos con el objetivo de realzar el color, la graduación alcohólica y el sabor. Dada su elevada graduación, que alcanza fácilmente los 15 grados, el Nero d’Avola siguió siendo durante mucho tiempo un vino de mezcla. No obstante, estaba ya destinado a convertirse en uno de los vinos tintos más importantes de Sicilia.
Hacia la década de los sesenta del siglo pasado, algunas empresas pensaron en elaborarlo como vino de mesa. Sin embargo, no se suponía que fuera vino “npetra”, expresión utilizada en Sicilia para describir el vino del paisano con el que, citando al periodista y escritor Gaetano Savatteri, “dos copas bastaban para quedarse petrificado en la silla, con una sonrisa estúpida y ojos bovinos como para escudriñar las migajas sobre la mesa”.
Lo cierto es que, eventualmente, fue necesario disminuir el contenido de azúcar y aumentar la acidez de las uvas. En consecuencia, se probaron nuevas técnicas de vinificación que permitieron conocer todas las cualidades del Nero d’Avola en su formato monovarietal. Así pues, el cultivo de la vid se fue extendiendo progresivamente a lo largo de Sicilia. Durante los años noventa, alcanzó la cima de su éxito en el panorama de la enología siciliana. El Nero d’Avola comenzó a introducir el vino de siciliano al mundo, sacando a la región del estatus anónimo de vino de mezcla que se prolongó a lo largo de siglos.
Las características organolépticas del Nero d’Avola
A la vista, el vino elaborado con uvas Nero d’Avola presenta un color rojo rubí brillante que, con el tiempo, se vuelve intenso y con reflejos violáceos que tienden al granate. El sabor es intenso y bien especiado. En nariz se percibe la complejidad derivada de la crianza en barrica. Por su parte, la gama olfativa cambia según la zona de producción. Así, en el sureste de la isla, entre Noto y Pachino, se obtienen notas más elegantes y refinadas con reminiscencias de frutos secos.
El terroir de la zona central de la isla aporta al vino un retrogusto a frutos rojos, balsámicos y especiados. Por último, los vinos del oeste de Sicilia son especialmente potentes y decisivos en el paladar. A medida que envejece, desarrolla aromas de cacao, algarroba, canela, cuero y regaliz y su persistencia es equilibrada y suave.