Desayuno Americano, el ciclo conducido por Pamela David para América TV, ha logrado convertirse en uno de los programas más vistos de la pantalla chica. No solo sorprenden a los televidentes con las primicias más impactantes sobre las figuras más escandalosas del mundo del espectáculo, sino que además tienen toda la información.
A cinco meses del fallacimiento de la Tota Santillán, desde Desayuno Americano revelaron cómo sigue su causa: «Hay una disputa familiar por la casa que tiene en Villa Urquiza la Tota valuada en cuatrocientos mil dólares. Es una disputa feroz, por un lado los hijos mayores de la Tota y por el otro la última pareja de la Tota, Sol Fiasche».
Siempre en busca de los testimonios más impactantes recibieron a Karen, íntima amiga de la Tota Santillán. «Estoy enojada con el tema, siempre hay dos versiones, hay que ver cuál es la real. Lo que consume uno del otro lado de la televisión, lo que dicen los periodistas, lo que dicen los amigos y familiares. La verda es que a mí me encantaría saber qué le pasó a mi amigo».
«Cuando digo amigo lo digo desde lo más profundo de mi ser, es una palabra sobrevaluada últimamente y mucho. Un amigo no es cualquiera que conocemos como tantos se colgaron diciendo ‘soy amigo de la Tota’. La Tota no tenía muchos amigos verdaderos, un amigo se ocupa. Yo me ocupé de conseguirle una psicóloga que lo trató el último año y medio», siguió.
«La deblace de la Tota… ¿Vos crees que después de la muerte de Rodrigo la Tota empieza a caer y termina de esta forma? Tuvo un derrumbre emocional, era como un padre para él. Él lo cuidaba a Rodrigo, la Tota iba con Rodrigo a todos lados. Después de la muerte de Rodrigo la Tota empieza a tener conflictos emocionales con sus parejas y en su trabajo», quiso saber uno de los panelistas.
«Conflictos no tenía, con la Tota se trabajaba muy bien. Emocionalmente hubo un antes y un después de Rodrigo, obviamente. Hace poco lo fue a ver, el 25 de junio, me dijo ‘vengo del cementerio amiga, fui a ver al Ro’. Él lo iba a ver. Sepan que tuvo un entorno que lo cuido y lo quiso, tenía gente que lo quería un montón», respondió Karen.
Finalmente, Karen opinó sobre Sol Fiasche, quien denunció en su momento a la Tota Santillán por violencia de género: «La verdad, sinceramente yo te diría que es una pena que no pudo discernir entre lo que pasó entre ellos y haber tenido la capacidad de ver que hubiera estado bueno que sus hijas tengan un vínculo con su papá. Que la Tota no hay podido tener una conexión con sus hijas…».
«Que se haya ido con esa tristeza y esas lágrimas en los ojos que más de una vez he visto me parte el alma. Me parece totalmente injusto, que Dios los juzgue, a quien tenga que juzgar, a ella o a quien sea. Pero que la Justicia divina llegue, por lo menos para que yo me sienta en paz y diga ‘mi amigo hoy va a descansar en paz’. Siento que hubo mucha injusticia para con eso, es mi sensanción», sentenció.
