El oficialismo enfrenta una semana de alta tensión en el Senado, donde el kirchnerismo, fortalecido por la controversia en torno a la promoción de la criptomoneda $LIBRA por parte del presidente Javier Milei, buscará capitalizar la situación para desgastar su imagen y frenar las iniciativas del Gobierno. La oposición aprovechará este contexto para intentar bloquear proyectos clave en el Congreso, en un clima de creciente disputa política.
La reciente expulsión del peronista disidente Edgardo Kueider podría convertirse en un anticipo de lo que vendrá en los próximos días en la Cámara Alta, donde el oficialismo deberá sortear múltiples obstáculos. Entre los temas que estarán en juego figuran la suspensión de las PASO, las modificaciones en el régimen de reiterancia y reincidencia, la activación del juicio en ausencia y la postulación de Ariel Lijo a la Corte Suprema de Justicia.
Las sesiones extraordinarias y el entramado de intereses cruzados
Para el oficialismo, el principal desafío será asegurar el quórum para la sesión del jueves, donde se debatirá la suspensión de las PASO. La iniciativa requiere mayoría absoluta (37 votos) y no puede ser desempatada por la vicepresidenta Victoria Villarruel. Sin embargo, dentro del propio kirchnerismo existen divisiones respecto a este tema, lo que abre una ventana de oportunidad para el Gobierno.
El bloque que lidera el formoseño José Mayans dejó en claro su estrategia: hacer que La Libertad Avanza pierda como sea. Un senador peronista lo resumió sin rodeos: “Nos dicen qué votar y cuándo, nos basurean todo el tiempo y después pretenden que los acompañemos. Vamos a buscar a dos o tres legisladores que piensen igual y que se caigan las extraordinarias”.
Mientras tanto, en el peronismo hay dudas sobre si acompañar la medida en marzo, cuando aún habría tiempo para suspender las primarias, o si es más conveniente dejar que el Gobierno enfrente el costo político de una interna desorganizada.
Francisco Paoltroni: el exlibertario que puede ser clave
Otro actor clave en esta jugada es el exsenador libertario Francisco Paoltroni, quien fue expulsado del bloque oficialista y mantiene una fuerte disputa con Mayans por su enfrentamiento con el gobernador de Formosa, Gildo Insfrán. Paoltroni está trabajando en reunir apoyos para impedir el quórum o, en su defecto, para bloquear la designación de Lijo.
En paralelo, el Gobierno busca garantizar la sesión preparatoria del 24 de febrero, donde se confirmarán las autoridades de la Cámara alta. En este esquema, la secretaría administrativa pasaría a manos de Emilio Viramonte Olmos, un asesor cordobés de confianza de Villarruel.
La salida de Kueider y la licencia del radical Víctor Zimmermann hasta fin de mes dejan al oficialismo con una mayoría ajustada de 37 votos, lo que hace aún más incierta la votación del jueves.
Santa Cruz y la crisis de YPF, otro factor de tensión
A la complejidad del tablero político se suma el conflicto en Santa Cruz por la crisis en YPF, que pone en duda el apoyo de los senadores Natalia Gadano y José María Carambia. La provincia atraviesa una disputa con el Gobierno por el impacto de los recortes en la petrolera estatal, lo que podría condicionar su respaldo en las votaciones clave de esta semana.
El desafío de Ariel Lijo y la estrategia de desgaste del peronismo
Mientras que la suspensión de las PASO requiere 37 votos, el pliego de Lijo necesita dos tercios del Senado, un número difícil de alcanzar en el actual contexto. La oposición se envalentona con la posibilidad de bloquear su designación como miembro de la Corte Suprema, lo que sumaría otro golpe al oficialismo.
La semana se presenta como un campo de batalla político, donde cada movimiento puede definir el futuro inmediato de la gestión libertaria. Las negociaciones seguirán hasta el último minuto, con una oposición dispuesta a jugar sus cartas para bloquear las iniciativas del oficialismo y exponer sus puntos débiles ante la opinión pública.