Fuertísimo fue lo que se vivió en Secretos Verdaderos, el programa que conduce Luis Ventura a través de la pantalla de América TV, donde se exponen las historias de vidas que involucran a grandes personalidades del mundo del espectáculo de nuestro país.
En este caso, a tres meses del fallecimiento de Lía Crucet, decidieron recordar a la cantante de cumbia que marcó un antes y un después en la movida tropical argentina. Quien decidió brindar su testimonio fue el viudo de la artista, Toni Salatino.
«¿Lía arrancó primero que Gladys?», le preguntaron. «Ella dice que no, pero yo creo que sí. Una vez fuimos a trabajar a Tucumán, vino Gladys ahí y la seguía a Lía. Yo no la había escuchado nunca como cantante», expuso ante la atenta mirada de Luis Ventura.
Además, Toni Salatino se encargó de hablar de lo que sucede con Karina, la hija de Lía Crucet con quien no tiene un buen vínculo. «Mi relación con Karina siempre estuvo ahí. Siempre hubo problemas. Yo siempre la quise como una hija. Es más, siempre la traté como una hija», aseveró.
«La casa esta está a nombre de Ezequiel (su hijo), por las dudas, porque si no, se va a quedar en bolas. A ella se le dio dos casas, una fue un departamento en Olivos, que lo vendió a 5 mil pesos. Lo regaló, prácticamente», lanzó en Secretos Verdaderos, sin guardarse nada.
«Y después Lía, cuando falleció su madre, le regaló la casa de la madre que tenía en Lanús. O sea, tuvo lo de ella. Si ella no invirtió bien, ¿qué quería? Ahora él tiene que tener lo suyo», finalizó al momento de hablar de los conflicto económicos que se desencadenaron en torno a la herencia.
