Fuertísimo fue lo que tuvo lugar en el programa que Mirtha Legrand, una de las personalidades más importantes de nuestro país, lleva adelante a través de la pantalla de Canal Trece. En la Noche de Mirtha volvió a lucirse en la emisión de este domingo, ya que debió correrse del día sábado a raíz de la apertura de las sesiones ordinarias encabezada por el presidente Javier Milei.
Allí, uno de los invitados fue el reconocido periodista Tato Young, quien hace algunos meses sufrió un ACV del cual logró recuperarse. «Me explotó la cabeza. Tuve un aneurisma, una lesión con la que uno nace. Se te rompe una vena y se te llena el cerebro de sangre. Yo no me acuerdo nada de ese momento», comenzó diciendo.
«Estuve internado 64 días. Con el tiempo me fui despertando. Los días previos comenzó a sentir un dolor de cabeza fuerte. Los seres humanos tenemos problemas para hablar de la enfermedad, pero la enfermedad y la muerte nos llega a todos», manifestó el periodista.
Inmediatamente, delante de Mirtha Legrand, decidió ir por más. «A mí me parece que está bueno que se hable de estos temas. Se me llenó la cabeza de sangre, yo me desmayé, no me acuerdo de eso. Alcancé a llamar al teléfono de emergencias. Mandaron a la ambulancia y me llevaron al Sanatorio de la Trinidad, me operaron», lanzó.
«Estuve 21 días en peligro de muerte. Después salió todo bien. De a poquito me fui recuperando. Me recuperé muy bien. Ya empecé a trabajar en la radio todos los días en Radio Mitre. Me canso un poquito más que antes, al principio la cabeza se me iba un poco, porque la cabeza se te vuela, literal», dijo Tato Young.
«Yo a mis hijos les estoy agradecido. Cuando me desperté estaban mis tres hijos, Lorena, mi mamá… después empezaron a aparecer todos mis amigos, una banda de gente. Es un afecto muy grato. Hace un mes y medio todavía estaba internado», expuso. «¿Estás seguro que te pasó todo esto? Yo te veo tan bien», disparó la Chiqui completamente sorprendida. «Yo quiero que la gente sepa que se puede, que también hay mucha gente que está internada peleándola. Hay que acompañar al que está enfermo.
