El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se mostró abierto a la posibilidad de avanzar en un Acuerdo de Libre Comercio con Argentina y elogió la gestión de Javier Milei, a quien calificó como un «gran líder». Este respaldo refuerza la afinidad ideológica entre ambos mandatarios y abre una puerta para sortear las restricciones impuestas por la nueva política comercial norteamericana, marcada por el aumento de aranceles a los socios comerciales que no se alineen con los intereses de Washington.
Sin embargo, para concretar un acuerdo de esta magnitud, Milei deberá sortear dos obstáculos clave: la pertenencia de Argentina al Mercosur y la necesidad de aprobación en los congresos de ambos países.
Los límites del Mercosur y la postura de Milei
El mandatario argentino ha manifestado en reiteradas oportunidades su intención de establecer relaciones comerciales bilaterales más flexibles, sin las restricciones que impone el Mercosur. En su discurso en la última Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC) en Washington, expresó su intención de que Argentina se sume a la propuesta de Trump sobre «aranceles recíprocos», un esquema que busca igualar los niveles tarifarios entre ambas naciones para un mismo producto.
El problema radica en que esta política chocaría con el Arancel Externo Común del Mercosur, que regula el comercio exterior de Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay. Este sistema impide que un solo país negocie acuerdos de manera independiente, lo que limita la posibilidad de firmar un tratado con Estados Unidos sin el respaldo del resto de los socios.
Ante este panorama, Milei ratificó en la apertura de sesiones ordinarias del Congreso su intención de flexibilizar o incluso abandonar el bloque regional. En su discurso, aseguró que el Mercosur solo ha «beneficiado a los industriales brasileños en detrimento de la economía argentina». Sin embargo, salir del bloque requeriría respaldo legislativo en Argentina y podría poner en riesgo el acuerdo firmado con la Unión Europea, sin que hasta el momento se hayan brindado detalles sobre cómo se llevaría a cabo esta desvinculación.
El debate sobre la flexibilización del Mercosur no es nuevo y ya había sido impulsado en el pasado por el expresidente brasileño Jair Bolsonaro y su par uruguayo Luis Lacalle Pou. Actualmente, Argentina se encuentra en la vereda opuesta a Brasil y Uruguay, cuyos gobiernos no ven con buenos ojos modificar las reglas del bloque.
El rol del Congreso y la política comercial de Trump
Más allá de las trabas institucionales dentro del Mercosur, un eventual Acuerdo de Libre Comercio con EE.UU. requeriría la aprobación tanto del Congreso argentino como del Congreso estadounidense. Para ello, el presidente de EE.UU. necesita contar con la Autoridad de Promoción Comercial (conocida como Fast Track), una herramienta legislativa que permite agilizar la firma de tratados comerciales. Sin embargo, esta autorización expiró en julio de 2021, por lo que Trump debería negociar su restablecimiento en el Capitolio, algo que podría suceder dada su mayoría en ambas cámaras.
El respaldo de Trump hacia Milei quedó evidenciado en sus recientes declaraciones desde la Casa Blanca: «Consideraré cualquier cosa. Creo que es un gran, un gran, gran líder. Está haciendo un gran trabajo, un trabajo fantástico. Ha rescatado a ese país del olvido. Sí, analizaremos las posibilidades».
No obstante, la política comercial de Trump ha estado marcada por un enfoque proteccionista. Desde el inicio de su mandato, el republicano impulsó medidas que restringen el comercio exterior y priorizan la industria estadounidense. A partir de abril, Argentina enfrentará nuevos desafíos debido a la aplicación de tarifas del 25% al acero y al aluminio, además de los aranceles recíprocos que podrían encarecer los envíos argentinos en un 16,7% promedio, según estimaciones de The Budget Lab, un centro de investigaciones de la Universidad de Yale.
El intercambio comercial con EE.UU. y el impacto en Argentina
A pesar de estos obstáculos, el comercio entre ambos países mostró un leve superávit para Argentina en 2024. Según datos del INDEC, las exportaciones argentinas a EE.UU. alcanzaron los USD 6.454 millones, un aumento del 14% respecto a 2023, mientras que las importaciones desde el país norteamericano totalizaron USD 6.225 millones, reflejando una caída del 27,9% anual.
Este superávit de USD 229 millones se dio en un contexto de fuerte recesión, lo que redujo las importaciones y mejoró la balanza comercial. Sin embargo, en 2023, la situación había sido completamente distinta: Argentina registró un déficit comercial de USD 2.981 millones con EE.UU., con importaciones que superaban ampliamente las exportaciones.