Fuertísimo fue todo lo que se escuchó en Lape Club Social, el programa que lleva adelante Sergio Lapegüe a través de la pantalla de América TV. Allí, se habló del caso de dos hinchas de Racing, Gabriel y Cristina, quienes fueron baleados en Brasil, donde viajaron para ver la final de la Recopa Sudamericana.
«Racing terminó saliendo campeón de la Recopa Sudamericana. Previo al partido hubo algo en la playa, hubo baleados, algunos de los cuales tuvieron muy graves. Estamos hablando de Cristian y Gabriel, que ya recibieron el alta. Son hinchas de Racing que fueron baleados. Los fueron a buscar en un helicóptero y los trasladaron al hospital. Uno de ellos estaba muy grave. Están viajando en la madrugada de hoy hacia la Argentina», dijeron.
Fue en ese momento cuando su compañero, Leo Paradizo dio más detalles al respecto. «Ellos volvieron a nacer. Las dos personas que fueron atacadas a los tiros volvieron a nacer… fueron atacados sin que ellos ofrecieran ningún tipo de resistencia. Tenían una cadenita de oro, se la arrebataron y les dispararon», expuso.
«Así como lo cuento se ha dado la situación. Estuvieron internados durante varios día en Río de Janeiro con la gente de Botafogo comportándose muy bien, pagando todos los gastos. Con uno de ellos en un estado muy crítico, estando muy grave. No fue un enfrentamiento entre barras, esto que queda claro, fue un acto delictivo en Río de Janeiro. Inseguridad pura», manifestó.
Fue en ese momento cuando se escuchó la palabra de los protagonistas. «Me pegaron un tiro en la panza, caí al piso y seguía escuchando tiros. Me sacaron la cadena del piso. Ahí empezó todo el caos. En ese momento pensé que no me podía morir, que no podía bajar los brazos por mi hija», aclaró uno de ellos.
«Que yo esté acá es un milagro de Dios. Yo todavía no puedo viajar a la Argentina. La bala ingresó por el tórax y me destrozó el diafragma, el estómago, la vesícula. El principal problema era el hígado. Estuve dos días dormido. Después tuve una segunda operación, estuve con respirador artificial», revelaron. «Estamos hablando de un milagro», ratificó Sergio Lapegüe.
