El Banco Central de la República Argentina (BCRA) autorizó nuevamente a los bancos a distribuir hasta el 60% de sus dividendos a los accionistas. La decisión se tomó tras analizar los balances de las entidades financieras y llega en un contexto de expansión del crédito.
El porcentaje se mantiene sin cambios respecto a 2024, aunque sigue siendo mayor al de años previos a la gestión de Javier Milei. Según informó el BCRA, el pago deberá realizarse en 10 cuotas iguales, mensuales y consecutivas, iniciando el 30 de junio de 2025 y completándose a lo largo de los meses siguientes.
Regulaciones y objetivos del Banco Central
Desde el organismo monetario aclararon que la distribución de dividendos deberá alinearse con los objetivos de estabilidad financiera y cumplir con lo establecido en el Plan de Negocios y Proyecciones de cada banco.
El objetivo es evitar cualquier desajuste en el sistema financiero y garantizar que las entidades cuenten con el capital necesario para operar sin riesgos. La medida sigue la misma lógica aplicada en los últimos años, donde se establecieron límites progresivos para evitar tensiones en el mercado cambiario.
Los antecedentes y el impacto en el sector
En 2024, el Banco Central implementó los Bopreales, bonos utilizados para regular el pago de utilidades y dividendos adeudados de años anteriores. Estos instrumentos financieros funcionaron como una herramienta de ordenamiento, permitiendo a las empresas cobrar sus dividendos en efectivo una vez que los bonos vencieran.
El sistema buscó equilibrar la salida de divisas y resolver parte de la deuda comercial acumulada por la postergación en los pagos de importaciones. Ahora, con la continuidad de la normativa, se espera que los bancos mantengan una estrategia de distribución controlada, sin generar presiones adicionales sobre el mercado.
Un escenario de mayor previsibilidad
Para el sector financiero, la ratificación del 60% de distribución de dividendos representa un marco de previsibilidad. En un contexto donde las regulaciones pueden cambiar rápidamente, la confirmación de las reglas genera mayor estabilidad para las entidades y sus inversores.
Además, la medida refuerza la confianza en el sector, permitiendo que los bancos proyecten su operativa sin sobresaltos y facilitando la llegada de nuevas inversiones. Con esta decisión, el BCRA busca mantener un equilibrio entre la solidez del sistema financiero y la necesidad de los accionistas de recibir parte de las ganancias obtenidas en el último ejercicio.
